El operativo, de proporciones considerables, se justificaba por un acuerdo entre los 11 alcaldes de Aguascalientes y la SSP, buscando evitar la apología del delito en eventos públicos. Este acuerdo, aunque carente de fuerza legal, busca prevenir la normalización de la cultura del narcotráfico.
Luis R. Conriquez, el artista principal de la noche, subió al escenario a las 23:50 horas. Su presentación, esperada por aproximadamente diez mil asistentes, comenzó con la interpretación de dos narcocorridos. Este hecho generó una ola de controversia, pues contraviene el espíritu del acuerdo mencionado.
"A pesar de las restricciones, la gente quería ver a Conriquez", comentó un testigo al periódico local. La alta asistencia contrasta con los reportes que indican una baja ocupación en la zona VIP. Para compensar, los organizadores permitieron el acceso a quienes consumieron en el área.
Este último detalle ha encendido el debate en redes sociales. Se cuestiona la efectividad de los acuerdos y medidas implementadas cuando se permite la flexibilidad en el acceso al evento, dependiendo del consumo. La discusión se centra en la posible ineficacia de las estrategias para contrarrestar la normalización de la cultura del narcotráfico a través de eventos musicales.
La Unidad Deportiva, lugar del concierto, quedó envuelta en un ambiente complejo: la euforia del público y la tensión de un operativo de seguridad sin precedentes, todo en el marco de una controversia que sigue generando debate.