Crisis alimentaria en EE.UU.: 42 millones podrían perder ayuda en noviembre

Brooke Rollins, secretaria de Agricultura, confirmó lo que muchos temían: "Los fondos del programa SNAP (cupones de alimentos) se agotarán en 14 días". La declaración, hecha desde la Casa Blanca, desató una tormenta política que atraviesa fronteras:

• 17 estados ya detuvieron nuevas solicitudes
• El fondo de contingencia de US$6,000 millones resulta insuficiente
• Beneficiarios recibirían solo US$188 mensuales en promedio

Detrás de las cifras hay rostros como el de María González, madre soltera en Phoenix que destina el 78% de sus ingresos a renta. "Los cupones son mi salvavidas para comprar leche y vegetales", confiesa mientras revisa su refrigerador semivacío.

El conflicto tiene raíces más profundas:

• Demócratas exigen incluir subsidios a Obamacare
• Republicanos rechazan negociar bajo "chantaje político"
• WIC (programa para embarazadas) ya recibió US$300 millones de emergencia

Kathy Hochul, gobernadora de Nueva York, lanzó dardos contra la administración: "Es inaceptable usar el hambre como arma negociadora". Mientras tanto, en Texas, las filas en bancos de alimentos crecen un 40% respecto a septiembre.

Expertos advierten que el impacto podría extenderse más allá de las fronteras estadounidenses. México, principal proveedor de alimentos a EE.UU., ya registra una caída del 2.3% en exportaciones agrícolas este mes. La crisis alimentaria se globaliza mientras el reloj sigue avanzando.

En Chicago, activistas reparten folletos con instrucciones para preparar sopas con sobras. En Los Ángeles, algunas escuelas almacenan fruta enlatada. El fantasma del 2018, cuando otro cierre gubernamental casi deja sin alimentos a millones, vuelve a rondar los pasillos del Capitolio.

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