Riley Keough, actriz y hija de Lisa Marie, ha compartido detalles íntimos de la relación de su madre con Michael Jackson. Se habló de un matrimonio fugaz, de 1994 a 1996, que dejó huella en la familia. Pero ¿qué hay más allá de los titulares sensacionalistas?
Riley, de 35 años, destaca la intensidad del romance: “Lo único que sé es que estaban enamorados y que su amor era genuino,” declaró en el podcast. Su testimonio, acompañado de recuerdos personales, contrasta con las imágenes públicas del matrimonio. Según Riley, el caos mediático que rodeaba a Jackson no alteró drásticamente su vida cotidiana, sino que la expandió.
Antes de Jackson, la vida familiar era sencilla, con su padre, Danny Keough. Pero el matrimonio con el cantante trajo consigo un cambio de escala: “No tenía un avión privado, ni diez millones de asistentes. Eso cambió.” Su vida, por lo tanto, se hizo más grande en términos de recursos y acceso, un cambio que Riley recuerda con claridad.
El libro póstumo de Lisa Marie, "From Here to the Great Unknown," revela detalles adicionales. En él, Lisa Marie describe cómo Jackson le declaró su amor en Las Vegas: “Michael dijo: ‘No sé si te has dado cuenta, pero estoy completamente enamorado de ti. Quiero que nos casemos y que tengas mis hijos’”. Un momento que cambió el curso de sus vidas.
La atención mediática, sin embargo, tuvo su precio. Riley recuerda tener que cerrar tiendas enteras para mantener la privacidad familiar, y una anécdota en Londres donde ella y su hermano, Benjamin (fallecido en 2020), disfrutaban de un espacio exclusivo en una juguetería. Un contraste entre la fama y la necesidad de espacios privados.
La revelación de Riley sobre la falta de conocimiento de las acusaciones de abuso sexual contra Jackson añade otro nivel de complejidad a la narrativa. La historia, en su conjunto, se presenta como un retrato íntimo y matizado, más allá de los titulares y los escándalos.
Además, la entrevista ofrece un nuevo contexto a la fragilidad emocional de Lisa Marie frente a las rupturas, incluyendo la separación de Jackson. Este detalle humano aporta profundidad a la comprensión de sus relaciones.