La aplicación TikTok, perteneciente al gigante chino ByteDance, dejó de funcionar en territorio estadounidense. El motivo? Una decisión judicial que sacudió a la red social. La notificación inicial, recibida la noche del 18 de enero, fue un aviso breve pero contundente: “Lamentamos que una ley estadounidense que prohíbe TikTok entre en vigor el 19 de enero y nos obligue a dejar de ofrecer nuestros servicios temporalmente. Estamos trabajando para restaurar nuestro servicio en los EE.UU. tan pronto como sea posible, y apreciamos su apoyo. Permanece atento.”
Sin embargo, el mensaje que apareció a muchos usuarios el 19 de enero fue un poco más…específico: “Se ha establecido una ley que bloquea TikTok en Estados Unidos. Lamentablemente, eso significa que por ahora no podrás usar TikTok. Es una suerte que el Presidente Trump haya señalado que trabajará con nosotros para reinstaurar TikTok una vez que tome la presidencia. Por favor, mantente al tanto.”
En el trasfondo de este apagón digital se encuentra una decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que ratificó una ley que prohíbe el uso de TikTok en el país, a menos que sus propietarios la vendan. Un detalle crucial: la ley permite al presidente en funciones, en este caso Donald Trump, otorgar una extensión de 90 días si una venta está en proceso.
Trump, en medio de la tormenta digital, aseguró que “probablemente” se concedería a TikTok esos 90 días adicionales para evitar su prohibición inmediata. Mientras tanto, la incertidumbre persiste. Aunque algunos multimillonarios han expresado interés en adquirir la plataforma, el futuro de TikTok en Estados Unidos permanece incierto, dejando a millones de usuarios con la pantalla en blanco y la pregunta en el aire: ¿volverá TikTok?
El impacto de esta decisión judicial es mucho más profundo de lo que parece a simple vista, afectando no solo a los millones de usuarios, sino al mercado de las redes sociales y las complejidades de la geopolítica digital. Solo el tiempo dirá cuál será el desenlace.