Hablamos de Bradley Cooper y Gigi Hadid, dos figuras reconocidas a nivel internacional, cuyas vidas personales han estado bajo el escrutinio público. Cooper, de 50 años, comparte la custodia de su hija, Lea De Seine (7 años), con Irina Shayk, después de una relación que abarcó de 2015 a 2017. Por su parte, Hadid, de 29, es madre de Khai (4 años), fruto de su noviazgo con Zayn Malik, el cual concluyó en octubre de 2021 tras casi seis años juntos.
Pero más allá de las rupturas y los titulares sensacionalistas, una fuente cercana a la pareja ha revelado detalles conmovedores a la revista PEOPLE. Según esta fuente, "Lea y Khai pasan tiempo juntas. Es muy dulce". Otra fuente añade que, a pesar de sus apretadas agendas profesionales, "ambos priorizan su relación y a sus hijas".
Este dato, aparentemente simple, nos muestra una faceta íntima de estas celebridades. Recordemos que en noviembre pasado, Cooper fue fotografiado junto a Lea disfrutando de un partido de los Philadelphia Eagles. En una entrevista pasada, Cooper expresó públicamente la profunda transformación que la paternidad ha significado para él, confesando: "Honestamente, no estoy seguro de si estaría vivo si no fuera padre". Sentimientos similares fueron expresados por Hadid en una entrevista con Elle en marzo de 2023, donde habló sobre cómo la maternidad durante la pandemia le cambió la perspectiva de la vida.
Estas declaraciones, junto a la noticia sobre las niñas pasando tiempo juntas, pintan un cuadro de una realidad familiar compleja, pero llena de matices positivos y un enfoque en el bienestar de las pequeñas.
Se trata, en última instancia, de una historia humana que nos recuerda que más allá del brillo y el glamour, existen lazos afectivos y prioridades que construyen relaciones sólidas, aunque no siempre sean evidentes a primera vista.