A sus 41 años, la artista, que se describe como una "wannabe vegan", ha encontrado un equilibrio que le funciona.
Su experiencia con los trolls en sus días de American Idol, la impulsó a un cambio radical. "No debería importarme lo que otros piensen de mí", declaró a Women’s Health, pero confesó que usó las críticas como motivación para mejorar su salud. Anteriormente, durante las giras con sus compañeros de Idol, Carrie llegó a consumir tan solo 800 calorías diarias, un régimen extremo que le provocó un efecto rebote constante: "Caía, me sentía terrible y repetía el ciclo".
Con la ayuda de su entrenadora, Eve Overland, y la nutrióloga Cara Clark, desarrolló la dieta 45-30-25: 45% carbohidratos, 30% grasas y 25% proteínas. Este plan, junto con el lanzamiento de su aplicación fit52, busca ayudar a otros a encontrar su propio equilibrio.
Un día típico para Carrie incluye:
- Desayuno: Tofu o revuelto de claras de huevo (de sus propias gallinas), tostada Ezekiel, bayas y café.
- Almuerzo: Sándwich vegano con Tofurky, aguacate y espinacas.
- Merienda: Barra de proteína o batido verde.
- Cena: Verduras asadas con "pollo" vegano o un salteado de tofu.
La hidratación es fundamental; lleva consigo sobres de electrolitos. "Si te sientes de mal humor... ¡necesitas beber más agua!", aconseja.
Su historia destaca la importancia de encontrar un estilo de vida saludable que se adapte a las necesidades individuales, alejándose de las dietas restrictivas y priorizando el bienestar integral.