Jamie Laing, el reconocido influencer británico de 36 años, conocido por su participación en Made In Chelsea y su exitoso podcast, se ha abierto sobre una batalla silenciosa que lleva librando durante ocho años: el tinnitus. Este padecimiento, que se manifiesta como un zumbido o pitido constante en los oídos, ha afectado significativamente su calidad de vida.
En una reciente publicación en Instagram, Laing compartió con sus seguidores una actualización sobre su estado de salud. “Estimado Tinnitus: He tenido este horrible zumbido constante en mis oídos durante aproximadamente 8 años y, con el tiempo, he logrado encontrar maneras de ignorarlo, lidiar con él o aceptarlo, pero ocasionalmente levanta su cabeza maligna, es como una alarma sonando en mi cabeza (saludo a los compañeros que lo sufren). Los últimos días ha sido esa alarma. Es casi difícil concentrarse en otra cosa – ¡una pesadilla, sí! Sin embargo, es bueno escucharlo y usarlo como una alarma, estás cansado, estresado, ansioso quizás. Pero escucharlo ayuda. En lugar de verlo como tu enemigo, intenta verlo como tu amigo tratando de decirte algo, así que eso es lo que estoy intentando hacer.”
Laing atribuye su tinnitus a la exposición prolongada a altos volúmenes en discotecas y conciertos durante su juventud, admitiendo que nunca usó protección auditiva. Añade que su ansiedad también podría ser un factor contribuyente. Según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), el tinnitus no suele ser una señal de algo grave y puede mejorar por sí solo; sin embargo, recomiendan consultar a un médico de cabecera.
La experiencia de Laing recuerda la importancia de la prevención. Proteger nuestros oídos de ruidos fuertes, sobre todo en entornos con alta exposición sonora, es crucial para nuestra salud auditiva a largo plazo. El caso de Laing sirve como un recordatorio para tomar conciencia de los riesgos y adoptar hábitos responsables para cuidar nuestra salud.
El NHS menciona varias posibles causas del tinnitus, incluyendo la pérdida auditiva, además de la depresión y la ansiedad, factores que podrían exacerbar la condición. La historia de Jamie Laing destaca la necesidad de un enfoque integral para su tratamiento, que considere tanto los aspectos físicos como los emocionales.