El pasado viernes, la comunidad artística sufrió una pérdida significativa con el fallecimiento de Jules Feiffer a la edad de 95 años. Su esposa, JZ Holden, confirmó que la causa de muerte fue una insuficiencia cardíaca congestiva. Aunque reconocido principalmente por su trabajo como caricaturista, la trayectoria de Feiffer trascendió ampliamente ese ámbito.
Su icónica tira cómica sindicada, “Feiffer”, publicada originalmente en The Village Voice en 1956, se convirtió en un reflejo agudo de la sensibilidad de Greenwich Village en la posguerra: "cinismo, neurosis, agravio y un fervoroso izquierdismo," como lo describió la crítica. Esta tira, en blanco y negro, se mantuvo vigente por más de 40 años, dejando una marca indeleble en la cultura popular.
Pero la pluma y el lápiz no fueron sus únicas herramientas. Feiffer se aventuró con éxito en:
- Novelas
- Obras de teatro
- Guiones cinematográficos
- Animación
- Libros infantiles
Su colaboración con figuras cinematográficas de la talla de Alain Resnais ("Quiero ir a casa", 1989), Robert Altman ("Popeye") y Mike Nichols ("Conocimiento carnal") demuestra su versatilidad y la alta estima en la que era tenido por la industria. Incluso en el ámbito infantil, dejó su huella con su participación en la creación del clásico "El peaje fantasma", ilustrando la obra de Norton Juster.
Más allá de las publicaciones, su arte encontró un espacio en galerías y museos, inspirando incluso una pieza de danza moderna. La herencia de Feiffer trasciende las páginas impresas y las pantallas, dejando una profunda huella en el mundo del arte y la cultura.