Arizona State Sun Devils: de sorpresa a potencia en el fútbol americano universitario

Tras una temporada que muchos calificaron como "milagrosa", el equipo no busca conformarse: quiere consolidarse como una potencia en el fútbol americano universitario.
"Lo especial sería seguir construyendo a partir de eso", advierte el entrenador Kenny Dillingham, quien en solo dos años ha transformado un equipo relegado en una máquina competitiva. La clave: evitar el retroceso que suele seguir a los éxitos repentinos. Con la mayoría de su plantilla de vuelta y un mariscal de campo que ya es leyenda, el reto ahora es mantenerse en la cima.
El nombre que todos repiten es Sam Leavitt. El quarterback de segundo año no solo rompió récords en su temporada debut (3,328 yardas totales, 24 touchdowns), sino que se ha convertido en el alma de un equipo que sueña con más. "Su confianza no es arrogancia, porque trabaja, se prepara y le encanta", destaca Dillingham sobre su estrella, ya cotizada para el Trofeo Heisman.
Pero no todo es Leavitt. La salida de Cam Skattebo (ahora en los Giants) dejó un vacío que se intentará llenar con: