La polémica surgió a raíz de un gesto realizado por Elon Musk durante la inauguración presidencial, que desató una ola de críticas en redes sociales. Este gesto, un saludo con el brazo extendido y rígido, fue interpretado por muchos como una muestra de apoyo a posturas políticas extremas. La repercusión fue inmediata, con miles de usuarios expresando su rechazo.
Ante la avalancha de reacciones negativas, Grimes, a través de su cuenta en X, decidió romper el silencio. En una serie de publicaciones, la cantante canadiense aclaró su postura:
- “Estoy feliz de denunciar el nazismo y la extrema derecha”, escribió, intentando apaciguar la situación.
- Posteriormente, reconoció sentirse desbordada por la situación: “He salido del desayuno y debo tomar un vuelo, aún estoy debatiendo cómo abordar esto diplomáticamente porque siento que me sobrepasa.”
Grimes enfatizó su deseo de mantener la calma y priorizar el bienestar de sus tres hijos con Musk: X AE A-Xii, Exa Dark Sideræl y Techno. También recalcó su situación personal: “No soy ciudadana de este país, necesito dormir, investigaré la situación mañana, pero hasta entonces no diré algo que pueda crear un escándalo internacional.”
Finalmente, dejó claro que su enfoque principal reside en la crianza de sus pequeños. “Prometo que no se siente bien ser odiada todo el tiempo por cosas que ni siquiera conozco, no puedo predecir ni controlar. Pero también elegí este camino, lo acepto. Hago lo mejor que puedo y simplemente deseo felicidad y salud a todos.”
La situación entre Grimes y Musk, quienes mantuvieron una relación intermitente entre 2018 y 2022, se complica aún más por una batalla legal por la custodia de sus hijos. Esta nueva controversia añade otra capa de complejidad a una ya tensa relación personal y pública.