Recientemente, la usuaria de TikTok @miggi_pocket encendió la mecha de una conversación en redes sociales al compartir su experiencia. Su video, que rápidamente se hizo viral, mostraba una comparación entre su anterior credencial del INE y la nueva. La diferencia, según ella, es significativa.
“¿Qué le pasó a mi cara en mi INE? Me photoshopearon sin mi consentimiento”, aseguró la joven en su publicación. Además, recalcó enfáticamente que no se ha realizado ningún tipo de procedimiento estético que pudiera explicar el cambio en su apariencia.
La publicación desató una ola de comentarios, dividiendo a los usuarios. Algunos mostraron su apoyo a la joven, expresando su preocupación por la falta de control en los procesos de emisión de las credenciales. Otros, sin embargo, pusieron en duda la afirmación.
“Apenas y tienen computadoras ¿Tú crees que van a andar con tiempo de photoshopear?”, escribió un usuario, reflejando la percepción generalizada de que el INE utiliza herramientas tecnológicas básicas en sus procesos. Otros atribuyeron las diferencias a factores como el paso del tiempo, el maquillaje, el peinado o incluso la calidad de la cámara utilizada para tomar la fotografía.
Más allá del humor o la incredulidad que generó el video, el incidente plantea interrogantes importantes sobre los procesos del INE y la necesidad de mayor transparencia y control en la emisión de documentos oficiales. La discrepancia entre la imagen percibida y la realidad captada en la fotografía genera dudas sobre la fidelidad del documento y su posterior validez.
Independientemente del origen de las diferencias en la fotografía, el caso de @miggi_pocket subraya la relevancia de la correcta administración de la información personal en documentos oficiales y la importancia de una revisión cuidadosa por parte de los ciudadanos al momento de recibir sus nuevas credenciales. El debate continúa, y la historia seguirá evolucionando.