Detrás de todo esto, una colección que promete redefinir los códigos del lujo masculino.
El escenario no era cualquiera. Se trataba de un evento de Louis Vuitton, una de las marcas más icónicas del mundo, y la tensión era palpable. El nombre de Bernard Arnault, CEO del imperio LVMH, resonaba entre bambalinas, su presencia, una garantía de la envergadura del proyecto. Alrededor suyo, rostros conocidos: desde la estrella del baloncesto Victor Wembanyama hasta el actor Bradley Cooper, confirmando la magnitud del acontecimiento.
Pero el verdadero revuelo estaba en la colección misma. Sorprendentemente, la etiqueta no mencionaba un solo nombre, sino dos: Pharrell Williams y Nigo. Sí, el mismo Nigo, fundador de la legendaria marca A Bathing Ape (BAPE). Esta dupla, que ya había dejado su huella en el mundo de la moda urbana con las líneas Billionaire Boys Club e Ice Cream a principios de la década del 2000, se unían para liderar la dirección creativa de la colección masculina de Louis Vuitton para el 2025.
La colección, según comunicados de prensa, marca un hito en la historia de ambas figuras, fusionando el estilo sofisticado y clásico de Louis Vuitton con la irreverencia y el toque callejero característico de Nigo, todo ello bajo la visión innovadora de Pharrell Williams. Las expectativas son altas, y la colección promete no dejar indiferente a nadie, combinando a la perfección lo mejor de ambos mundos: la tradición y la modernidad, la elegancia y la transgresión. Se esperan prendas únicas, mezclando la alta costura con elementos urbanos, con colores vibrantes y diseños atrevidos, un verdadero reflejo de una colaboración que sin duda marcará una época.
Detalles concretos sobre las piezas se mantendrán en secreto hasta el lanzamiento oficial, pero se rumorea la inclusión de piezas que redefinen los códigos del vestir masculino, incluyendo
- "prendas con un toque futurista"
- "elementos gráficos innovadores"
- "siluetas inesperadas".