El centro de la controversia es la batalla legal entre Maribel Guardia, reconocida actriz y conductora costarricense, e Imelda Tuñón, viuda del cantante Julián Figueroa. La disputa gira en torno a la custodia de José Julián, el pequeño nieto de Maribel y el hijo de Imelda. La situación se intensificó a partir de una demanda interpuesta por Guardia, que según sus declaraciones en redes sociales, busca proteger la integridad del menor.
Imelda Tuñón, por su parte, ha utilizado sus redes sociales para expresar su versión de los hechos, revelando una ruptura definitiva en la relación que alguna vez sostuvo con Maribel Guardia. “La situación se ha vuelto insostenible”, declaró Tuñón en una entrevista, añadiendo que el niño estuvo bajo la protección temporal del DIF, una institución dedicada a la asistencia social de menores en México.
Las acusaciones mutuas han escalado rápidamente. Imelda Tuñón incluso ha declarado que presentará una contrademanda contra Maribel Guardia y su pareja, Mario Chacón. Pero la situación se complica aún más con la revelación de una advertencia previa. Según Imelda, su propia madre, Imelda Garza, le había alertado con anterioridad sobre las posibles acciones de Maribel Guardia.
La tensión entre ambas familias se remonta a noviembre de 2023, cuando Imelda Garza comentó en una publicación de Maribel Guardia donde aparecía su nieto. En dicho comentario, Garza expresaba su preocupación por la cercanía de Guardia con el menor, utilizando frases como: “Que se vaya sola la comadre... pero a José Julián no se lo llevan”. La abuela materna manifestaba una clara incomodidad con la actitud de Guardia, percibiendo una posible obsesión con el recuerdo de su fallecido hijo, Julián Figueroa.
La situación legal entre Imelda Tuñón y Maribel Guardia se encuentra en desarrollo, con implicaciones significativas para el bienestar del pequeño José Julián. El conflicto ha generado un debate público sobre los límites de la protección parental y las complejidades de las relaciones familiares en el contexto de la exposición mediática.
El caso continuará desarrollándose en los tribunales, con la atención de los medios y el público mexicano pendientes de su desenlace. La batalla legal no sólo involucra a las partes directamente implicadas, sino que también expone las presiones y las dificultades que enfrentan las familias en situaciones similares, especialmente en el ámbito de la alta visibilidad pública.