El conflicto legal entre Luis Enrique Guzmán y Mayela Laguna ha dado un giro inesperado. Un juez ha determinado la inexistencia de un vínculo sanguíneo entre el empresario y el hijo de Laguna. Sin embargo, lejos de concluir, la disputa se intensifica con nuevas acciones legales.
Según declaraciones del abogado de Guzmán, Diego Piz, “Vamos a iniciar acciones para recuperar ese dinero, así como para que se le paguen todos los daños ocasionados al señor Luis Enrique.” La demanda se centra en dos puntos cruciales: la recuperación de la manutención pagada y una compensación por daño moral. Es importante destacar que, a pesar de la resolución judicial, Guzmán ha continuado con los pagos de la pensión.
La abogada de Laguna, Rebeca Ortíz, explicó: “Luis Enrique Guzmán nunca ha dejado de cumplir con sus obligaciones, incluso desde antes de que comenzara este procedimiento legal ya existía un convenio.” Esta situación, según los representantes legales, se debe a la falta de una resolución definitiva que permita la suspensión de dichos pagos.
La demanda, que se presentará por la vía civil, busca una compensación económica por los daños morales sufridos y los costos del proceso judicial. Sin embargo, la cantidad exacta aún no se ha definido. Diego Piz aclaró: “Sería muy atrevido dar una cantidad en este momento porque se deben considerar varias circunstancias, desde el daño moral que ha sufrido Luis Enrique, hasta los gastos de la pensión alimentaria que ha cubierto.” Para determinar la cifra, se recurrirá a la asesoría de peritos contables.
El conflicto se complica con la información de que Guzmán está inconforme por la apelación de Laguna a la sentencia, lo que prolonga la batalla legal. Hasta el momento, ninguno de los involucrados ha ofrecido declaraciones públicas adicionales. El desarrollo de este caso y su desenlace final continúan siendo inciertos.
El caso, más allá de la disputa económica, refleja las complejidades legales y las implicaciones emocionales que pueden surgir en situaciones similares. La falta de una comunicación directa entre las partes parece ser un obstáculo para resolver el conflicto de forma amigable, añadiendo una capa extra de incertidumbre a este proceso legal.