Los nombres propios en el centro de la polémica son Jennifer Aniston y Barack Obama. Un mensaje de texto supuestamente filtrado, atribuido a una amiga cercana de la actriz, ha incendiado las plataformas digitales. El texto, según se ha difundido, asegura que la propia Aniston habría confirmado un romance con el expresidente durante una reunión informal con amigos, una reunión a la que, para añadirle un toque de misterio, asistió también una vidente. “Está con Jennifer Aniston… no es un secreto entre sus amigos más cercanos,” dice supuestamente el mensaje.
Ante la viralización de este rumor, la respuesta oficial ha sido un rotundo silencio por parte de ambos protagonistas. Sin embargo, algunos medios de comunicación, citando fuentes cercanas a las figuras involucradas, han negado rotundamente la veracidad de la información. De hecho, la representante de Aniston ha señalado que la actriz solo ha conocido a Obama en una ocasión, mostrando una mayor cercanía con Michelle Obama.
Pero la historia no termina ahí. A la par de los rumores del supuesto romance, han surgido especulaciones sobre una posible crisis en el matrimonio Obama. La ausencia de Michelle Obama en eventos públicos recientes, como el funeral de Jimmy Carter, ha alimentado teorías sobre posibles conflictos matrimoniales.
Un portal de noticias, Radar Online, ha llegado a afirmar que la relación entre Barack y Michelle Obama se ha enfriado significativamente en los últimos años, llegando incluso a sugerir que viven como "solo amigos". Esta información se contrapone a la imagen pública que ambos han proyectado, y es importante recalcar que la oficina de los Obama ha negado categóricamente cualquier problema en su relación.
De hecho, para desmentir estas especulaciones, el 17 de enero, Barack Obama publicó en X (antes Twitter) un mensaje de cumpleaños dedicado a Michelle, acompañado de una fotografía donde aparecen tomados de la mano. “Feliz cumpleaños al amor de mi vida, Michelle Obama,” escribió el expresidente.
Mientras la verdad sigue envuelta en una capa de misterio, la situación nos deja pensando en la voracidad de las redes sociales para generar y difundir información, a veces con consecuencias impredecibles para las figuras públicas involucradas.