Guardians remontan con explosión ofensiva y ganan clave juego 2 ante Tigers

Los Guardians de Cleveland, contra las cuerdas después de caer en el primer juego, necesitaban un milagro o, al menos, una ráfaga de poder ofensivo. Y vaya que llegó en el octavo inning.

Con el marcador empatado 1-1, Brayan Rocchio conectó un cuadrangular de 379 pies ante un recta de 99.9 mph de Troy Melton, desatando una avalancha de cinco carreras que terminó por inclinar la balanza. "Fue una de esas conexiones que sientes perfecta desde el bate", comentaría después el venezolano, quien ya había sido héroe con un jonrón en extras contra Texas días antes.

Pero Rocchio no estuvo solo. Bo Naylor remató la faena con otro vuelacercas, esta vez ante un sweeper de Brant Hurter, mientras que George Valera había abierto el marcador en el primer inning con un cuadrangular al centro. Los números no mienten:

• 12-39: El promedio de bateo de Rocchio en postemporada.
• 1-15: Los Tigers con corredores en posición de anotar.
• 15: Corredores dejados en base por Detroit.

El bullpen de Cleveland, frecuentemente cuestionado, se vistió de héroe con 5.1 entradas sin carreras, incluyendo una jugada clave en la novena con bases llenas. Cade Smith logró que Dillon Dingler conectara un rodado ante C.J. Kayfus, frustrando la última esperanza de los Tigers.

La polémica no estuvo ausente. En el cuarto inning, un video replay anuló lo que parecía ser la ventaja de Detroit, cuando José Ramírez recibió un tiro espectacular de Chase DeLauter (en su debut en Grandes Ligas) para poner out a Zach McKinstry en tercera. "Así de fina es la línea en postemporada", murmuraría después el manager A.J. Hinch.

Todo se define este jueves. Jack Flaherty, con experiencia en octubres, abrirá para Detroit frente al novato Slade Cecconi de Cleveland. La historia pende de un hilo: desde 2022, ningún equipo que pierde el primer juego de una Serie de Comodines ha avanzado. Pero los Guardianes, fieles a su nombre, ya demostraron que no piensan rendirse.

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