Entre esas historias, destaca la experiencia de una reconocida actriz, Nina Dobrev, estrella de The Vampire Diaries. El 9 de enero, lo que debía ser una celebración de cumpleaños, se transformó en una angustiosa evacuación. Su casa, ubicada cerca de una de las zonas afectadas, “afortunadamente sobrevivió,” según sus propias palabras, aunque la cercanía al fuego la marcó profundamente.
"He estado absolutamente enferma del estómago con toda la destrucción y la devastación que estos incendios han causado," confesó Dobrev en un video compartido en sus redes sociales. No fue un cumpleaños como lo había planeado. El contraste entre su situación y la de sus vecinos, muchos de los cuales perdieron todo, la ha llevado a experimentar una intensa culpa de sobreviviente.
Los incendios, iniciados el 7 de enero en Pacific Palisades, se extendieron rápidamente, dejando un saldo de al menos 27 fallecidos y un número incontable de desplazados. Muchas celebridades de Hollywood se vieron afectadas, perdiendo sus hogares y pertenencias. Dobrev, conmovida por la magnitud de la pérdida, no solo compartió su testimonio, sino que también instó a sus seguidores a la acción.
Su llamado a la solidaridad se centra en la ayuda económica para las familias afectadas: “Lo que la gente realmente necesita ahora es ayuda financiera para volver a ponerse de pie y comenzar a reconstruir sus vidas y sus hogares,” explicó. Señaló específicamente a las comunidades de Pacific Palisades y Altadena-Pasadena como las más necesitadas. Para facilitar las donaciones, incluyó en su biografía de Instagram un enlace a una hoja de cálculo de Google con una lista de familias afectadas, incluyendo una sección dedicada a familias afroamericanas y otros grupos históricamente marginados en Altadena, quienes se vieron particularmente golpeados por la tragedia.
La actriz concluyó su mensaje con una emotiva reflexión: “el camino hacia la sanación es largo, y les envío mucho amor.” La tragedia deja una profunda huella en la comunidad, una herida que tardará mucho tiempo en sanar, dejando a su paso la solidaridad y la esperanza como antídotos contra el dolor.