En el corazón de la Ecole Militaire, durante la presentación Otoño-Invierno 2025/2026 de Dior Homme, la atención se centró en dos figuras: Kate Moss y Gwendoline Christie. Más allá de su estatus como íconos de la moda y la actuación, respectivamente, su amistad se convirtió en el foco de atención.
Moss, con sus 51 años, lució un vestido mini de satín rosa pastel que abrazaba su figura. Unos tacones negros, brazaletes dorados y plateados, y un collar de plata completaron su "look impecable". Su cabello, en ondas playeras, y un maquillaje sutil realzaban su belleza natural. Christie, por su parte, optó por un elegante traje gris con una blusa negra transparente, combinado con un bolso marrón y zapatos bicolor. Su larga cabellera rubia ondeaba al ritmo de la celebración.
La complicidad entre ambas era palpable. Se les vio compartiendo risas con Miles Chamley-Watson, el esgrimista estadounidense, y posteriormente en animada conversación con Joe Alwyn, quien también asistió al evento. El intercambio de miradas cómplices y gestos cariñosos, incluyendo un tierno beso en la mejilla entre Kate y Gwendoline, no pasaron desapercibidos.
La presencia de Robert Pattinson, vistiendo un cárdigan gris, se sumó al elenco de estrellas que desfilaron por la pasarela y la zona VIP. Pero la atención se centraba en la química entre Moss y Christie, quienes, según se sabe, han sido vistas juntas en varias ocasiones a lo largo de los años, un lazo forjado dentro del vibrante mundo de la moda.
Este encuentro en París llega justo después de una concurrida fiesta en Londres, donde Moss se reunió con dos de sus exparejas: Jamie Hince y Jefferson Hack, padre de su hija Lila. Pero ese es otro capítulo en la fascinante historia de una de las supermodelos más icónicas del mundo. Una historia donde la amistad, el estilo y las sorpresas inesperadas siguen siendo protagonistas.