Hablamos de Mirela Balić, una madrileña nacida en 1998, que ha conquistado la pequeña y la gran pantalla con sus papeles en series como Cristo y Rey y Élite. Su ascenso meteórico en el mundo de la actuación la ha situado en el radar de la industria, siguiendo los pasos de otras exitosas actrices españolas que saltaron a la fama a través de la plataforma Netflix.
Pero esta noche, Mirela no solo brilló por su talento. Su elección de vestuario fue el tema de conversación en redes sociales. Se presentó con un diseño made in France, una creación que, lejos de pasar desapercibida, se convirtió en un guiño a un ícono pop indiscutible.
El vestido, un diseño de Jean-Paul Gaultier, destaca por su original escote cuadrado con dos grandes rosas esculpidas en forma de conos sobre el pecho. Un detalle que, lejos de ser casual, es una clara referencia a los icónicos corsés que Madonna usó durante su gira Blond Ambition en 1990.
“Un Gaultier inspirado en Madonna, no en Marilyn Monroe”, aclaró Mirela al copresentador David Martos durante la transmisión en vivo por YouTube. Esta declaración confirmó lo que muchos ya sospechaban: un homenaje a la reina del pop y su estilo atrevido y vanguardista de los 90.
El look se completó con un peinado bob con ondas al estilo Old Hollywood, un maquillaje noventero con sombras heladas que resaltaban sus ojos verdes, y unos labios marrones perfectamente definidos. Cada detalle, cuidadosamente elegido, contribuyó a recrear la estética de la cantante.
La elección de Mirela Balić no solo demostró su talento como actriz, sino también su buen gusto y su audacia a la hora de marcar tendencia. Su aparición en los Premios Feroz 2025 se recordará por mucho tiempo.