La presentadora británica Vicky Pattison, conocida por su participación en Geordie Shore, se encuentra en el centro de la polémica tras el lanzamiento de su documental "Vicky Pattison: My Deepfake Sex Tape". En el proceso de producción, expertos en la eliminación de contenido online descubrieron un hecho sorprendente durante una sección dedicada a la eliminación de contenido ilícito. Mientras buscaban eliminar un video deepfake consensuado que Vicky misma había publicado como parte de su campaña de concienciación, el software detectó más de 1700 resultados relacionados con imágenes de Vicky, en su mayoría fotos de bikini utilizadas en contextos sexuales explícitos por usuarios anónimos.
Si bien las imágenes mostraban a Vicky vestida y fueron tomadas con su consentimiento, su uso en este contexto configura un tipo de abuso basado en imágenes. “No es un delito, pero es terrible”, explica Vicky en una entrevista concedida a The Sun. La diferencia crucial radica en que, si las imágenes hubiesen sido de Vicky desnuda, o si el material hubiese sido enviado directamente a ella sin su consentimiento, se tipificaría como un delito sexual.
La situación se complica aún más con el hallazgo de enlaces a aplicaciones que utilizan IA para desvestir digitalmente las imágenes de Vicky. La ironía es que Vicky pretendía usar su propio deepfake para ilustrar los peligros de este tipo de tecnología y la lucha que enfrentan las víctimas. Sin embargo, la repercusión de su video ha generado reacciones encontradas, con algunas sobrevivientes de abuso por deepfakes expresando su descontento, argumentando que la acción de Vicky podría aumentar la circulación de este tipo de contenido.
Entre las críticas recibidas, destaca la de Jodie, una superviviente de abuso por imágenes sintéticas íntimas, quien declaró a The Sun: "Como superviviente de abuso de imágenes íntimas sintéticas, me siento profundamente ofendida, defraudada y decepcionada por la decisión de Channel 4 de crear y distribuir un video deepfake de Vicky Pattison para su próximo documental." Jodie también señaló que grupos de apoyo a sobrevivientes habían advertido sobre los posibles riesgos de esta estrategia.
A pesar de las críticas, Vicky defiende su decisión, argumentando que tuvo el privilegio de hablar con muchas sobrevivientes que vieron en su video una forma audaz de llamar la atención sobre un problema en auge. La propia Vicky reconoce que no puede comparar su experiencia con la de las víctimas reales, y espera que su documental contribuya a visibilizar este tipo de abuso y a impulsar cambios legales y tecnológicos para proteger a las víctimas.
El documental de Vicky, estrenado el 28 de enero en Channel 4, presenta un análisis profundo de la problemática del deepfake y el abuso de imágenes online, dejando abierta una reflexión sobre la complejidad de la lucha contra este tipo de violencia digital y el delicado equilibrio entre la concienciación y la prevención.