Mark Zuckerberg y Priscilla Chan: Una mirada íntima más allá de Facebook
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Más allá de los millones y los titulares, la pareja reveló un lado mucho más personal. Priscilla Chan, con su característica honestidad, pintó un retrato familiar lleno de matices, lejos de la imagen perfecta que suelen proyectar las figuras públicas. "A veces, cuando Mark comete un error con los niños, solo dice: 'No es mi mejor trabajo'", confesó con una sonrisa, humanizando al creador de Facebook y mostrando una faceta poco vista: la de un padre que, como cualquier otro, enfrenta los retos cotidianos de la crianza.
Detalles como la adoración de su hija menor por imitar el rugido de un oso o la lucha diaria para peinar el cabello de Max, añadieron toques de humor y cercanía a la entrevista. Estos momentos íntimos contrastaron con la magnitud de sus proyectos, recordándonos que incluso los magnates tienen que lidiar con la rebeldía infantil y la paciencia a prueba.
La conversación derivó inevitablemente hacia sus ambiciosos proyectos. Su finca en Kauai, Hawái, donde crían ganado y han implementado un innovador sistema de alimentación con cerveza, fue tema de discusión. Zuckerberg defendió el proyecto, afirmando: "Queremos crear la carne de res de la más alta calidad del mundo". Si bien la iniciativa ha generado críticas por el uso de la tierra, él lo justificó como una apuesta por la calidad y la sostenibilidad, desmintiendo además los rumores sobre un supuesto búnker, aclarando que se trata de un simple refugio contra huracanes.
La entrevista reveló también la faceta menos conocida de Zuckerberg: su interés por la historia. Su fascinación por el Imperio Romano y el legado de Augusto, del que extrae lecciones sobre la inversión a largo plazo y la estabilidad, arrojó luz sobre su filosofía de vida. "Hay lecciones y analogías... en algunas de las cosas que hacemos que son poco intuitivas", comentó, dejando entrever una mente analítica que trasciende lo digital.
El equilibrio entre la vida profesional y familiar fue un punto clave. Zuckerberg compartió sus pasiones: el surf, el wake surfing y el jiu-jitsu, actividades que realiza junto a sus hijos, fortaleciendo sus vínculos familiares. "Tu cuerpo sabe lo que tiene que hacer", afirmó sobre el wake surfing, una frase que refleja su enfoque práctico y su búsqueda del equilibrio. La reflexión final sobre el futuro de la inteligencia artificial y su potencial en la biomedicina, se sintió como un simple añadido, una pincelada final antes de concluir el encuentro con un intercambio de regalos: un protector solar, un detalle que encapsula la simplicidad que yace tras el imperio tecnológico.