Un personaje público, de reconocido intelecto y carisma, se enfrentó a las preguntas con una precisión asombrosa, despertando la admiración de la audiencia.
Hablamos de Stephen Fry, el aclamado presentador de televisión, quien participó en la versión para celebridades de Who Wants to be a Millionaire, conducido por Jeremy Clarkson. Su participación no sólo fue destacada por su brillante desempeño, sino por marcar un hito en la historia del programa.
Fry, con la ayuda crucial de Clarkson, conquistó la impresionante suma de £250,000. Un momento crucial fue la pregunta de las £125,000: “¿A cuál ciudad europea, entre Bruselas, Estrasburgo, Munich y Luxemburgo, te aproximarías más si caminaras en línea recta desde París a Berlín?”. Clarkson, utilizando la opción "preguntar al presentador", reveló que la respuesta correcta era Luxemburgo, impulsando a Fry a la siguiente ronda.
Su camino al éxito no estuvo exento de desafíos. En la pregunta de las £500,000, Fry utilizó la opción "llamar a un amigo", contactando a Richard Osman, estrella de Pointless. Sin embargo, Osman no pudo responder a tiempo. Fry decidió retirarse en la siguiente pregunta, ante la dificultad de identificar qué versión de una canción pop ingresó al Top 40 británico más tiempo después de la versión original. Esta decisión estratégica le permitió asegurar su fabulosa ganancia.
“Jeremy es muy alentador, y fue genial con la pregunta que me llevó a un cuarto de millón”, comentó Fry sobre su experiencia. “Fue extremadamente divertido. El tiempo pasa tan rápido”, añadió, destacando el aspecto lúdico de la competencia. El dinero recaudado será donado a la organización benéfica de salud mental Mind, de la cual Fry es presidente desde 2011.
La participación de Fry generó un gran revuelo en redes sociales. Los usuarios elogiaron su amplio conocimiento y su metodología para abordar cada pregunta. Muchos destacaron su capacidad para proporcionar un contexto histórico y detallado a cada respuesta, convirtiendo su participación en un espectáculo educativo y entretenido a la vez.
La victoria de Fry no sólo representa una suma considerable para Mind, sino que también constituye un testimonio del poder del conocimiento, la estrategia y la colaboración en el contexto de una competencia televisiva. Su actuación dejó una marca imborrable en la historia de Who Wants to be a Millionaire.