La propuesta incluía la elección del prestigioso fotógrafo Steve Wayda y la pintoresca ubicación de París.
Sin embargo, a pesar de la posibilidad de fama y fortuna, Barberie rechazó la oferta. Su amiga y ex compañera de reparto, Pamela Anderson, conocida por sus numerosas portadas de Playboy, la animó a aceptar el trabajo, pero Barberie se mantuvo firme.
Al reflexionar sobre su decisión, Barberie admite que se arrepiente de no haber aprovechado la oportunidad. "Desearía haberlo hecho. Por la prosperidad", dijo, lamentando que sus "pechos naturales hermosos" ahora hayan sido reemplazados por implantes que no aprecia tanto.
La vida de Barberie no ha estado exenta de desafíos. Ha luchado contra la adicción y el cáncer de mama. Tras su diagnóstico, confesó que el miedo a beber alcohol era mayor que el miedo a la recurrencia del cáncer.
A pesar de las dificultades, Barberie se siente afortunada por su vida extraordinaria. Ha compartido pantalla con estrellas como Brad Pitt, George Clooney y la familia Kardashian. Además, Barberie descubrió ser adoptada y encontró a su familia biológica más tarde en la vida. Sorprendentemente, su prima es la realeza de la música, Linda Lawrence, esposa de Donovan y ex amante de Brian Jones de los Rolling Stones.