Muere Aga Khan IV a los 88 años: Impacto global de un legado millonario
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Sus conexiones, su historia, su legado… todo apunta a un impacto global.
Hablamos de Karim al-Hussaini Aga Khan IV, quien falleció este miércoles 5 de febrero a los 88 años en la capital portuguesa, rodeado de su familia. La Red de Desarrollo Aga Khan confirmó la noticia a través de una publicación en X, señalando un fallecimiento "pacífico y rodeado de su familia". El anuncio de su sucesor, un asunto de gran importancia para la comunidad chiita ismaelita nizarí, se dará a conocer más adelante.
Pero ¿quién era este hombre que trasciende las páginas de la historia moderna? El Aga Khan IV no era solo el 49º heredero de una larga línea de líderes espirituales ismaelitas, también era un hombre de negocios excepcionalmente exitoso, considerado uno de los hombres más ricos del mundo. Su fortuna, estimada en más de 11 mil millones de dólares, se extendía a través de inversiones globales, haciendo su cuantificación exacta una tarea compleja. Nacido en Ginebra en 1936, hijo del príncipe Ali Khan y Joan Yarde-Buller, pasó sus primeros años en Nairobi, para luego estudiar Historia Islámica en Harvard, graduándose en 1959.
Su vida estuvo marcada por la opulencia y las conexiones con la alta sociedad. Fundó el exclusivo enclave turístico de Porto Cervo y el club de yates Costa Esmeralda, atrayendo a la realeza europea y a celebridades de Hollywood. Su amistad con el rey Juan Carlos de España, iniciada en el prestigioso colegio Le Rosey en Suiza, y sus estrechos lazos con la familia real británica, ilustran su círculo social privilegiado. A los 20 años, en 1957, heredó el título de Aga Khan IV en Tanzania, un ascenso inesperado según su testamento, pasando el título por encima de su padre.
Más allá de la riqueza y las conexiones, el legado del Aga Khan IV se extiende a través de sus contribuciones filantrópicas. Invirtió gran parte de su fortuna en algunos de los países más pobres del mundo, combinando sus habilidades empresariales con un compromiso con la ayuda humanitaria. Su sucesión ahora enfrenta el reto de mantener este legado.
Aunque tuvo cuatro hijos (tres con la modelo británica Sally Croker-Poole y uno con Gabriele Thyssen), el nombre de su sucesor aún permanece en secreto, generando expectación y preguntas sobre el futuro de la dinastía y sus vastos intereses.