Chayanne sorprende a niña ciega en San Valentín
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Yelitza EspinozaRegina Garza Lozano, una niña con una condición llamada amaurosis congénita de Leber que le provoca ceguera, vivió un sueño hecho realidad. Su admiración por Chayanne, cultivada gracias a sus tías, la llevó a asistir a su concierto en Monterrey el 13 de febrero. Ese día, bajo una lluvia que el propio artista calificó como "una lluvia de bendiciones", Regina cantó y bailó con entusiasmo, un momento capturado en un video que su madre, Karina Lozano, compartió en Facebook.
Este video, que mostraba a la pequeña Regina disfrutando con fervor el tema "Madre Tierra", llamó la atención del equipo de Chayanne. El viernes 14, Karina y Regina recibieron una invitación inesperada: un encuentro personal con el ídolo. "Nos regalaron boletos en zona de cancha, súper bien ubicadas", recuerda Karina. La invitación, sin embargo, no revelaba el verdadero premio.
Tras bambalinas del Estadio de los Borregos, en un encuentro grabado en video, la sorpresa se hizo realidad. El propio Chayanne, conmovido por la energía de la pequeña fan, la recibió en su camerino. "Yo la vi a ella en las redes sociales", dijo el cantante. La interacción, llena de cariño y ternura, incluyó canciones, abrazos y palabras de aliento. "Estabas cantando 'baila que ritmo te sobra, baila que báilame'", le susurró Chayanne a Regina, mientras Karina, con lágrimas en los ojos, inmortalizaba el momento con su teléfono.
El encuentro, lejos de ser una simple fotografía, fue una experiencia llena de emotividad. La sencillez y la calidez de Chayanne, según la madre, fueron conmovedoras. "Es un amor Chayanne. Una chulada de ser humano. Desde este momento, para mí ya es el número uno. Tiene un corazón impresionante", expresó Karina, reflejando el impacto que este gesto tuvo en su familia. Detalles como la referencia a la lluvia del concierto y la felicitación de "happy valentine's" en plena celebración demuestran la atención personalizada que Chayanne dedicó a Regina.
Regina, por su parte, aunque inicialmente conmovida por la proximidad de su ídolo, demostró después una alegría desbordante al salir del camerino. Un San Valentín inolvidable para una familia regiomontana que seguramente atesorará este encuentro para siempre. La historia demuestra que, más allá del escenario, el cariño y la admiración pueden generar momentos verdaderamente mágicos.
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