Angélica María despide a Daniel Bisogno en Ventaneando
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La noticia del fallecimiento de Daniel Bisogno, ocurrida el jueves 20 de febrero, había dejado un vacío considerable. Pero entre la pena, una figura emblemática del mundo del espectáculo mexicano se conectó en vivo: Angélica María. Su voz, aunque quebrada por la emoción, transmitió un mensaje de cariño y recuerdo.
"Muy, muy tristes, es una noticia terrible para nosotras. A Dani lo queremos, a toda la familia Bisogno la queremos muchísimo," compartió Angélica María con Pati Chapoy y el resto del equipo de Ventaneando, en el programa especial del viernes 21 de febrero. Su vínculo con Daniel, aunque no inmediato, era profundo y lleno de historia.
Angélica María aclaró el parentesco familiar: "Es por parte de mi abuelito, era mi sobrino tercero, no era así tan cercano pero nos hicimos cercanos cuando estuvimos todos trabajando en el teatro. No sabes qué familia tan unida. Nosotros aprendimos a quererlos mucho aunque no nos veamos nunca". La conexión familiar se fortaleció a través del teatro, creando lazos imborrables.
La trayectoria de Daniel en Ventaneando, según Angélica María, estuvo marcada por una intervención crucial: la recomendación de su propia madre, Angélica Ortiz. "Gracias antes que nada porque bueno, a Daniel lo metimos al teatro, lo metió mi madre muy chiquito. Después mi madre se presenta con Pati y le da este trabajo maravilloso que tuvo tantos años… fue algo importantísimo para él," recordó con evidente emoción. El legado de Angélica Ortiz, extendiéndose más allá de la vida, había impulsado la carrera de su sobrino nieto.
Más allá del parentesco, Angélica María destacó el talento innato de Daniel: "todo lo convertía a su personalidad, muy simpático, muy lindo". Su recuerdo se centra en la chispa, el carisma y la capacidad de Daniel para transformar cualquier situación en un espectáculo memorable.
Incluso, se mencionaron detalles adicionales como la intervención de Pedro Sola y la solicitud de Angélica Ortiz a Pati Chapoy en su lecho de muerte para que le diera una oportunidad a Daniel en el programa, en 1997. Un inicio como suplente que evolucionó a una larga y exitosa carrera como titular.
La imagen de Angélica María, conmovida pero firme, hablando de su sobrino, quedó grabada en la memoria de los televidentes, un testamento silencioso del impacto de Daniel Bisogno en el corazón de su familia y de México.