Patrick Schwarzenegger: Más que un apellido, una carrera construida con esfuerzo
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Patrick Schwarzenegger, hijo de las leyendas Arnold Schwarzenegger y Maria Shriver, protagoniza la tercera temporada de la aclamada serie "The White Lotus" de MAX. Su papel como Saxton Ratliff, un joven financiero sureño con aires de fraternidad universitaria, lo presenta en un contexto diferente al que muchos podrían esperar.
Pero la participación de Patrick en esta producción no es un simple golpe de suerte. “Lo que no ven es que llevo diez años tomando clases de actuación,” declaró en una entrevista a la revista Times. Esta dedicación, que contrasta con las percepciones fáciles sobre su trayectoria, es el reflejo de una carrera construida con base en el trabajo constante.
Más allá de las cámaras, Patrick ha demostrado una versatilidad sorprendente. Desde su incursión en el modelaje para marcas como Tommy Hilfiger y Banana Republic (junto a su prometida, la modelo Abby Champion), hasta sus estudios en negocios y artes cinematográficas en la Universidad del Sur de California, su currículo es más amplio de lo que se imagina.
Su compromiso empresarial también es notable. Ha invertido en varias compañías, incluyendo una marca de snacks que apoya la lucha contra el Alzheimer, fundada en colaboración con su madre. “Mi papá siempre creyó que no tienes que encasillarte en un solo ámbito, que puedes mezclar mundos distintos,” explica, revelando la influencia de sus padres en su visión integral del éxito.
Él mismo describe la influencia de sus progenitores: “Su consejo siempre ha sido sobre trabajo duro y visión de carrera. Mi mamá, en cambio, es más profunda: inculca valores de respeto, amabilidad y la importancia de retribuir.” Esta equilibrada perspectiva revela una personalidad compleja que trasciende la simple imagen de "hijo de".
Además de su papel en "The White Lotus", disponible en MAX con un nuevo episodio cada domingo por la noche, Patrick ha demostrado que su presencia en la industria del entretenimiento es el resultado de una búsqueda personal y un compromiso a largo plazo con su vocación, una historia que se desarrolla más allá de las expectativas iniciales.