Piqué incumple acuerdo con Shakira: crisis en la crianza compartida

Recientemente, un caso ha acaparado la atención de los medios, poniendo de manifiesto las dificultades de equilibrar compromisos laborales y responsabilidades paternas.
El foco se centra en Shakira y Gerard Piqué, quienes, a pesar de su separación, siguen lidiando con las consecuencias de su ruptura. Tras el acuerdo inicial para el cuidado de sus hijos, Milan y Sasha, durante la gira "Las mujeres ya no lloran", se ha producido un cambio inesperado que ha generado polémica.
Según información del periodista Jordi Martín, Piqué habría alterado el acuerdo previamente establecido. Inicialmente, se había planeado que el exfutbolista viajara a Miami para pasar tiempo con sus hijos mientras Shakira cumplía con sus compromisos profesionales. Sin embargo, "Piqué regresó a España para atender sus negocios con la Kings League y el FC Andorra, dejando a Shakira en una situación complicada", informa Martín.
La situación se agrava con la decisión de Piqué de no costear los tutores para sus hijos, mientras Shakira se encuentra de gira. Esta información, difundida por el programa "Ventaneando", indica que Shakira ha tenido que contratar a los tutores por su cuenta, generando un conflicto financiero adicional a la ya compleja situación.
La periodista Pati Chapoy, en sus comentarios, ha criticado duramente a Piqué por incumplir su compromiso, dejando a Shakira con la responsabilidad de encontrar una solución urgente. Como resultado, Milan y Sasha han estado acompañando a su madre durante la gira, incluyendo su paso por México.
Un dato adicional, que añade complejidad a la situación, es la hospitalización de emergencia de Shakira en Perú debido a un fuerte dolor abdominal. Aunque la cantante no ofreció detalles, Jordi Martín sugirió que la situación de salud podría estar relacionada con las tensiones generadas por el conflicto en torno al cuidado de sus hijos.
El asunto, más allá de las disputas entre exparejas, refleja las dificultades que pueden surgir al equilibrar la vida personal y profesional, especialmente para figuras públicas con agendas complejas. Los detalles aún son imprecisos, pero la situación deja en evidencia los retos de la crianza compartida en un entorno mediático.