Wendy Williams: Batalla legal y acusaciones de secuestro en centro de atención

En el centro de la controversia se encuentra Wendy Williams, quien desde hace meses reside en un centro de atención asistida de Nueva York llamado Coterie. Este lugar, con un costo mensual de $18,000 dólares por habitación en la unidad de memoria, ha sido descrito por Williams como una especie de “prisión”. La situación se ha complicado aún más tras un incidente ocurrido el miércoles pasado.
Según reportes de TMZ, la sobrina de Williams, Alex Finnie, la llevó a cenar a un restaurante italiano. Este aparentemente simple acto desencadenó una serie de eventos que han intensificado la batalla legal en torno a la tutela de la presentadora. El Coterie presentó una denuncia policial, alegando que Finnie “eludirá al personal sacando a Wendy del edificio”, clasificando el evento como un “secuestro”.
Sin embargo, la versión de los hechos ofrecida por Williams y Finnie contradice la narrativa del centro de atención asistida. “Salimos a cenar y, al parecer, llamaron a la policía,” declaró Finnie a las cámaras. Williams añadió que este incidente es una prueba irrefutable de que su tutora legal, Sabrina Morrisey, está mintiendo sobre sus condiciones de vida, contradiciendo las afirmaciones del abogado de Morrisey, quien aseguró que Williams puede “ir y venir” del centro como desee.
La situación se vuelve aún más compleja al considerar los recientes acontecimientos médicos. Williams fue sometida a una evaluación psiquiátrica en el hospital Lenox Hill el lunes pasado, tras pedir ayuda a sus fanáticos. Asegura haber pasado la evaluación con “excelentes resultados”, lo cual cuestiona la validez de su tutela judicial. Cabe destacar que Williams fue diagnosticada con afasia progresiva y demencia en 2023.
A pesar de la controversia, Williams se mantiene firme en su lucha por recuperar el control de su vida. Su próxima aparición en “The View” promete ofrecer nuevas revelaciones sobre este intrincado caso. El debate ahora se centra en la validez de la tutela y las implicaciones de confinar a una persona con aparente lucidez, según sus propias declaraciones y las pruebas presentadas, en una unidad de memoria de alta seguridad.
Mientras tanto, las investigaciones continúan por parte del Departamento de Protección de Adultos de Nueva York y el NYPD, analizando las circunstancias de su permanencia en el Coterie y la validez de las acusaciones realizadas. La historia de Wendy Williams sigue desarrollándose, dejando abiertas interrogantes sobre los límites de las tutelas legales y la importancia de la voz del paciente en estas situaciones.