Aranza: La historia oculta tras 'Para no volver'

Su concierto promete ser un evento inolvidable, pero antes de la euforia musical, hay una historia que merece ser contada, una historia que se entrelaza con su nuevo sencillo, "Para no volver".
Aunque no es la compositora de la canción, Aranza revela en entrevistas con Me lo dijo Adela y De primera mano, que la letra escrita por Carlos Macías resuena profundamente con una experiencia personal que marcó su vida hace más de 30 años. No se trata de una infidelidad común, sino de un engaño que involucró a su entonces novio y otro hombre.
La cantante recuerda con detalle cómo descubrió la verdad: “Un día me doy cuenta que él tenía una relación. Yo me enteré. Estaba dobleteando... Fue duro. Fue muy fuerte.” El impacto no fue únicamente por la infidelidad en sí, sino por la mentira y la ocultación. “A mí sí me lastimó mucho darme cuenta porque yo soy muy abierta. Hubiera podido hablar y hasta ser su mejor amiga y apoyarlo. El engaño duele”, confiesa Aranza.
Sin embargo, el tiempo ha permitido a Aranza procesar el dolor y obtener una perspectiva más amplia. Ella misma explica que lo que la lastimó no fue la orientación sexual de su expareja, sino la falta de honestidad. “Años después me encontré una persona que me quiso mucho y tuve una relación muy bonita. Me hizo comprender que ese hombre, por mucho que me quisiera, pues su naturaleza se impuso y no pasa nada.”
Más allá de su experiencia personal, Aranza destaca un aspecto relevante: la cultura del silencio que rodeaba este tipo de situaciones en el pasado. Muchas mujeres, por vergüenza o presión social, callaban sus historias. Ella misma admite haber guardado silencio durante casi tres décadas. Ahora, con la perspectiva que dan los años, entiende que muchos hombres se veían obligados a cumplir un rol de "macho" que les impedía ser auténticos. “No sé ahora, pero antes había muchos casos en los que el hombre tenía que asumir el rol de macho... Era un estereotipo que mucha gente debía cumplir por las exigencias o por la familia, pero tampoco eran felices”, concluye.
La historia de Aranza trasciende la simple narrativa de una infidelidad; se convierte en un reflejo de las complejidades de las relaciones y las presiones sociales que influyen en la manera en que vivimos el amor y la honestidad.