Marjorie de Sousa y Erika Buenfil: Madres, fortaleza y ausencia paterna

Hablamos de una charla entre dos figuras destacadas, que trascendió la simple interacción televisiva.
En una entrevista, Marjorie de Sousa, abrió su corazón sobre la maternidad y su hijo Matías, fruto de su relación con Julián Gil. “Cuento con el apoyo de mi mamá, la verdad es que es una reina, y mi pareja también me ayuda muchísimo. Mati es un gran niño, se porta increíble”, compartió con una sonrisa. Al abordar el tema de su conflicto legal con Gil, la actriz manifestó que “ese asunto ya se cerró”, dejando entrever una búsqueda de paz y tranquilidad.
Fue entonces cuando Erika Buenfil, presente en el foro, intervino con una perspectiva profundamente personal. Su experiencia como madre soltera de Nicolás, le otorgó una sensibilidad especial ante las palabras de Marjorie. Buenfil, con la elegancia y madurez que la caracterizan, señaló la ausencia paterna como una realidad que, aunque dolorosa, puede superarse.
“Yo viví una circunstancia similar y hay un hueco que sí tienen los niños, y que ellos van resolviendo y tú como mamá fuerte lo resistes,” explicó Buenfil, revelando un detalle importante: su hijo Nicolás eventualmente conoció a su padre, un paso significativo en su desarrollo personal. La actriz enfatizó la importancia del contacto, aunque no diario, para la construcción de la identidad del niño.
El conflicto entre Marjorie de Sousa y Julián Gil, que se remonta a enero de 2017, año del nacimiento de Matías, ha sido ampliamente documentado. Las discrepancias legales sobre la manutención y la convivencia del pequeño han acaparado titulares durante años. Si bien Julián Gil ha expresado su versión de los hechos, centrándose en la complejidad de la relación con la familia de Marjorie, la actriz ha mantenido un perfil más reservado sobre las razones que la llevaron a criar a Matías como madre soltera.
La conversación entre Erika y Marjorie en "Hoy" no solo ofreció un vistazo a la vida personal de estas dos mujeres, sino que también abrió una ventana a una realidad compleja: la maternidad en el ojo público y los desafíos de la crianza en ausencia de una figura paterna. El apoyo mutuo y la resiliencia se convirtieron en los ejes de un intercambio que seguramente resonará entre muchas madres mexicanas.