Sean "Diddy" Combs se declara 'no culpable' de cargos federales por trabajo forzado y abuso sexual

El pasado viernes, Sean "Diddy" Combs compareció ante la corte de Manhattan. Su apariencia, notablemente diferente a la que acostumbraba, llamó la atención: vestido con uniforme carcelario color beige, y con un cabello y una barba notablemente canosos, muy distintos a su imagen pública habitual. Se le vio abrazando a sus abogados al entrar a la sala y saludando a sus hijos presentes en la galería.
El motivo de su presencia: declararse no culpable de nuevos cargos federales que lo acusan de trabajo forzado. Estos cargos, además de las acusaciones previas, alegan que Combs obligó a sus empleados a trabajar jornadas extenuantes con poco descanso, recurriendo a la amenaza de daños físicos, financieros o reputacionales. Más grave aún, se le acusa de utilizar la fuerza física o amenazas para coaccionar a, al menos, un empleado a mantener relaciones sexuales con él.
Estas nuevas acusaciones se suman a las ya existentes, que incluyen tráfico sexual, asociación delictuosa y traslado para participar en la prostitución, presentadas por la fiscalía federal en septiembre de 2024. Cabe recordar que Combs enfrenta además decenas de demandas civiles por conductas sexuales inapropiadas. "Él ha negado todas las acusaciones," afirma su equipo legal.
La situación legal de Combs es compleja. Actualmente se encuentra recluido en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, tras serle negada la libertad bajo fianza en tres ocasiones. El juez Arun Subramanian, encargado del caso, ha reprogramado el inicio de las declaraciones para el 12 de mayo, aunque la selección del jurado comenzará el 5 de mayo, como estaba previsto. Esta decisión sigue a un conflicto entre la fiscalía, que deseaba un inicio antes para evitar que el juicio se extendiera más allá del 4 de julio, y la defensa, que argumentó que un calendario anterior perjudicaría su preparación.
La fiscalía ha señalado también que el equipo de defensa de Combs no ha presentado aún ninguna prueba, solicitando al juez que ordene su entrega. Los hechos que se ventilarán en el juicio prometen ser complejos y con una alta carga de detalle.
Las implicaciones de este caso para la industria del entretenimiento y la imagen pública del artista son innegables, y sin duda marcarán un antes y un después en su carrera.