Abogado de Justin Baldoni rechaza acuerdo extrajuidicial y busca limpiar su imagen pública en juicio

La controversia, que comenzó con una demanda por acoso sexual presentada por Blake Lively en diciembre contra Justin Baldoni (quien también dirigió la película), escaló rápidamente. Baldoni respondió con una contrademanda por difamación por $400 millones contra Lively, su publicista y su esposo, Ryan Reynolds. A esto se suma una demanda por $250 millones contra el New York Times por su cobertura del caso.
En el centro de la tormenta está Bryan Freedman, abogado de Baldoni, quien en una entrevista en el podcast "The Town" de Matthew Belloni, rechazó la posibilidad de un acuerdo extrajudicial. Freedman afirmó que "Justin ha sido destruido por esto," descartando así las sugerencias de Belloni sobre una resolución negociada, considerando el daño a la imagen pública de ambos.
El abogado enfatizó que la única forma de limpiar el nombre de Baldoni es demostrar su inocencia en corte, haciendo referencia a la creación de un sitio web con documentos relacionados con el caso. "El sitio web es una compilación de documentos públicos que ya son accesibles," explicó Freedman, defendiendo la decisión de Baldoni de publicar la información, argumentando que era una herramienta esencial para contrarrestar la narrativa presentada por el New York Times, que, según Freedman, "dejó a Justin sin defensa."
Por otro lado, Lively presentó una versión enmendada de su demanda, alegando tener corroboración de sus acusaciones iniciales, e incluso incluyendo nuevos testimonios de otras mujeres que expresaron malestar durante el rodaje. Los abogados de Lively afirman que "la demanda enmendada proporciona evidencia adicional que corrobora sus alegaciones originales", incluyendo comunicaciones con Sony Pictures y Wayfarer Studios, la productora de Baldoni. Esta enmienda también incluye una nueva demanda por difamación contra Baldoni.
Mientras tanto, la aparición de Lively y Reynolds en el aniversario de SNL, donde hicieron un chiste alusivo a la situación legal, generó controversia. Freedman criticó la actitud de la pareja, alegando que "desconozco a alguien cuya esposa haya sido acosada sexualmente y que haya hecho chistes sobre esa situación."
La batalla legal continúa, con un juicio programado para marzo de 2026, y ambas partes ya han descartado la mediación. La solicitud de documentos por parte de los abogados de Lively a compañías telefónicas, para obtener evidencia de una supuesta campaña de desprestigio, añade otro capítulo a esta compleja historia, donde la verdad parece estar en manos de la corte.