Coordinador de intimidad afirma que Blake Lively y Justin Baldoni tenían 'afecto genuino'

El centro de la controversia es la relación laboral, y aparentemente amistosa, entre Blake Lively y Justin Baldoni durante el rodaje de la película "It Ends With Us". Este vínculo, según la evidencia presentada, dio un giro drástico, desencadenando una batalla legal de proporciones épicas.
Una figura clave en este conflicto es Mia Schachter, coordinadora de escenas íntimas en Hollywood, quien aunque no participó directamente en "It Ends With Us", analizó mensajes de texto y material audiovisual. Schachter declaró en el documental "Él Dijo, Ella Dijo: Blake Lively vs. Justin Baldoni", que "leyendo sus mensajes, percibo que en algún momento hubo genuino afecto entre ellos". Esta afirmación añade una capa de complejidad a la narrativa, sugiriendo un cambio significativo en la relación.
Schachter también se refirió a la escena del baile lento, donde Lively alega que Baldoni se acercó excesivamente, "deslizando sus labios desde su oreja hasta su cuello," algo que, según su abogado, "no estaba en el guion". Baldoni, por su parte, niega estas acusaciones en su contrademanda, alegando que la filmación se realizó con "pura profesionalidad" y que Lively "no seguía las indicaciones".
La situación se complica aún más con las acusaciones de acoso sexual presentadas por Lively contra Baldoni en diciembre pasado, seguidas de una contrademanda por difamación de Baldoni contra Lively, su publicista y su esposo, Ryan Reynolds, por 400 millones de dólares. A esta suma, se añade otra demanda por 250 millones de dólares contra el New York Times por su cobertura del caso.
La demanda de Lively ha sido enmendada, incluyendo ahora a Jed Wallace y su firma de relaciones públicas, Street Relations, Inc., y nuevas evidencias que, según sus abogados, "incluyen comunicaciones previamente no reveladas" con Sony Pictures y Wayfarer Studios, la productora de Baldoni. Por su parte, el abogado de Baldoni, Freedman, asegura que las acusaciones de Lively carecen de fundamento y que "los documentos no mienten, y la gente sí."
El caso, que incluye demandas por difamación y una amplia gama de testimonios, promete mantenernos al borde del asiento mientras se desarrolla en las cortes. La situación deja en evidencia la compleja intersección entre el trabajo, la amistad, y el poder en la industria cinematográfica, un escenario que sin duda seguirá dando de qué hablar.