Asesora de arte Lisa Schiff, 30 meses de prisión por fraude millonario

Esta semana, Lisa Schiff, una asesora de arte de 55 años con una reputación envidiable en el circuito neoyorquino, se enfrentó a las consecuencias de sus actos. Su nombre, antes vinculado a figuras como Leonardo DiCaprio, ahora está irremediablemente ligado a un escándalo financiero de proporciones considerables.
La jueza del Distrito de los Estados Unidos, J. Paul Oetken, dictó una sentencia de 30 meses de prisión, seguida de dos años de libertad condicional. El motivo: un fraude millonario que involucró a más de una docena de clientes, muchos de ellos amigos cercanos, a quienes Schiff despojó de aproximadamente 6.5 millones de dólares.
El modus operandi, según la investigación, era simple pero efectivo. Schiff recibía fondos de sus clientes para adquirir obras de arte en su nombre, pero desviaba el dinero para financiar su lujoso estilo de vida. Este esquema, que comenzó en 2018 e implicó alrededor de 55 obras de arte, incluía también la apropiación de ganancias de las ventas de las colecciones de sus clientes.
“Durante cinco años, Lisa Schiff quebrantó la confianza de sus clientes desviando millones de dólares para pagar sus gastos personales y empresariales, y para financiar un estilo de vida lujoso,” declaró el Fiscal Federal interino, Matthew Podolsky. La ironía radica en que Schiff compartía este estilo de vida con sus víctimas, viajando con ellos a ferias de arte en helicópteros privados y disfrutando de extravagantes compras, sin que ellos sospecharan el origen del dinero.
La noticia impactó al sector, pues Schiff se presentaba como una figura ética en un mercado poco regulado. Su confesión y posterior entrega a las autoridades en 2023, tras ser confrontada por sus clientes, sólo agravó la situación. La declaración de culpabilidad por un cargo de fraude electrónico en octubre pasado selló su destino.
El caso de Lisa Schiff sirve como un recordatorio de que incluso en mundos aparentemente glamurosos, la honestidad y la transparencia son fundamentales. La caída de una figura tan prominente deja una profunda marca en el sector del arte, cuestionando la confianza y la regulación en el mismo.