Amanda Seyfried rechazó un papel en "Guardianes de la Galaxia": su arriesgada decisión

Amanda Seyfried, durante una entrevista en el podcast Happy Sad Confused, reveló detalles de su pasado. Hablando de su nueva serie, Long Bright River, la conversación giró hacia oportunidades que se le presentaron y las que decidió rechazar. Y entre ellas, una resonó con fuerza: el papel de Gamora en Guardianes de la Galaxia (2014), protagonizada por Chris Pratt.
La actriz de 39 años, originaria de Allentown, Pennsylvania, confesó que en ese momento sintió que aceptar el papel era un riesgo considerable. “Ser parte de la primera película de Marvel que fracasa no es bueno para tu carrera,” explicó a Josh Horowitz, el presentador. Su preocupación radicaba en el argumento de la película: “Pensé que por tratarse de un árbol y un mapache que hablan, sería la primera bomba de Marvel y que Chris Pratt y yo nunca volveríamos a trabajar. Estaba equivocada.”
Pero sus dudas no se limitaron a la posibilidad de un fracaso comercial. Seyfried también mencionó otros factores. El proceso de maquillaje para interpretar a una alienígena verde le parecía excesivo: “Tenía mucho miedo a la idea de estar atrapada y pintada de un color diferente, por el tiempo que le dedicaban los actores de X-Men, ya que entrenaba con el mismo entrenador que muchos de ellos.” A esto se sumó la necesidad de mudarse a Londres por seis meses para el rodaje, conflicto que chocaba con su compromiso en otra película, A Million Ways to Die in the West de Seth MacFarlane.
Aunque A Million Ways to Die in the West recibió críticas mixtas, la experiencia le permitió a Seyfried mantenerse en su zona de confort. Mientras tanto, Guardianes de la Galaxia se convirtió en un éxito rotundo, recaudando 773.4 millones de dólares a nivel mundial. Ironía del destino, el papel de Gamora finalmente fue interpretado por Zoe Saldana, quien repitió el rol en las siguientes entregas.
A pesar del éxito de la franquicia, Seyfried se mantiene firme en su decisión. “He hecho algunas cosas con pantalla verde, y no era lo mío, y no me arrepiento de ninguna decisión que tomé,” afirmó. Resaltó que tomó la decisión en función de su bienestar en ese momento particular de su carrera, sin mirar hacia atrás.
Curiosamente, la actriz atribuye parte de su éxito actual a su participación en Mamma Mia! (2008). "Supe que había llegado a un nivel superior cuando participé en Mamma Mia!. Y cuando Mamma Mia! fue un éxito enorme, recibí más oportunidades a partir de eso," comentó. Una perspectiva interesante sobre la evolución de una carrera y la capacidad de saber elegir el camino propio.
Actualmente, Seyfried continúa cosechando éxitos, con papeles importantes en series como Long Bright River. Su historia sirve como recordatorio de que el éxito no siempre se mide en las oportunidades que se toman, sino en la coherencia con las propias decisiones, sin importar el resultado final.