Muere Hugues Oyarzabal, leyenda del surf a los 39 años

Y es precisamente en este contexto, cargado de belleza y desafío, donde una historia conmovedora ha llegado a su fin.
La noticia, confirmada recientemente por sus familiares, ha conmocionado al mundo del surf: Hugues Oyarzabal, a sus 39 años, dejó este mundo el pasado 21 de febrero en su residencia en Biarritz. Un nombre que resonaba con fuerza en el panorama europeo del surf, un pionero en la grabación de maniobras acuáticas con cámaras digitales, se ha silenciado para siempre.
En un comunicado desgarrador, sus padres compartieron la causa de su partida: "Su estado físico y psicológico le pasó factura", explicaron, revelando la larga batalla que Hugues libró contra el trastorno bipolar desde su infancia. La decisión de quitarse la vida, una decisión terriblemente dolorosa, se presenta como el trágico desenlace de una lucha silenciosa que marcó su vida. Buscar la paz y serenidad, algo que eludió durante sus últimos años, fue la razón final que lo llevó a esta decisión.
Más allá de la tragedia personal, queda el legado de un maestro del surf. Su destreza en las olas gigantes lo llevó a conquistar algunos de los puntos más desafiantes del planeta. Desde las costas españolas y francesas, hasta las feroces olas de Sudáfrica y las exóticas rompientes de Indonesia —país que consideraba su segundo hogar—. Sus videos, una muestra de su pasión por el surf y la cinematografía, son una ventana a la belleza y la adrenalina del océano, contribuyendo con material a producciones como el documental Peace and Left.
Hugues Oyarzabal no solo dominaba las olas; también las plasmaba en imágenes, dejando un legado cinematográfico que perdurará en el tiempo. Su arte y valentía inspiraron a muchos, su nombre permanecerá en la memoria de la comunidad del surf como un símbolo de talento, coraje y, lamentablemente, también de lucha contra la enfermedad mental.