Blue Peter: La caída de un ícono infantil

Muchos se preguntan qué pasó con esas series que nos acompañaron en tardes de juegos y risas.
El caso de Blue Peter, un ícono de la televisión británica con 66 años de historia, es un ejemplo. Este programa, alguna vez un buque insignia de la BBC, con 8 millones de espectadores en su época dorada, ahora se encuentra en un limbo digital. Su transmisión en vivo ha sido cancelada, pasando a un formato pregrabado y solo online – una señal de alarma que indica su posible desaparición.
Presentadores como John Noakes, un nombre legendario que permaneció en pantalla de 1965 a 1978, realizando proezas como escalar la Columna de Nelson, o figuras como Val Singleton y Peter Purves, con más de una década cada uno al frente del programa, formaron parte de una época dorada. Incluso, Konnie Huq ostenta el récord de presentadora femenina con mayor tiempo al aire, una década a partir de 1997. Estos presentadores, junto con las mascotas icónicas (recuerdas a Petra, Patch, Shep, Bonnie o Mabel?), fueron parte fundamental de la conexión con la audiencia.
Pero algo cambió. Según fuentes internas, hace dos años el programa ya era descrito como un "barco que se hunde". Los presupuestos se redujeron drásticamente, limitando las emisiones a un solo programa en vivo semanal, y relegándolo al canal CBBC. Las aventuras internacionales a lugares como Marruecos, México o Sri Lanka, se sustituyeron por contenido reciclado y de bajo costo, incluyendo la lectura de cartas de los espectadores – algo impensable en sus inicios.
El cambio más significativo, sin embargo, fue la inclusión forzada de la corrección política. Ejemplos como la visita de la presentadora Abby Cook a un autódromo para mostrar un auto de Fórmula E hecho con basura electrónica, que apenas superaba la velocidad de un peatón, y que fue premiado con una insignia ecológica, ilustran esta nueva línea editorial. La proliferación de insignias de colores (incluyendo, de forma prominente, la bandera LGBT) y el énfasis en temas como la búsqueda de “héroes negros” y la preparación de postres veganos, ha generado una saturación de contenido considerado por muchos como excesivamente "políticamente correcto".
Incluso la música sufrió una transformación radical. La tradicional melodía marinera fue reemplazada por una cacofonía electrónica, dejando solo un rastro de la pieza original. Este cambio, junto a la reubicación en un canal minoritario en 2011, provocó una disminución drástica de la audiencia, llegando al punto de tener emisiones con cero espectadores, como una repetición en 2017.
Val Singleton, en declaraciones pasadas, lamentó profundamente la pérdida del programa, destacando el impacto positivo en la sociedad a través de las campañas de caridad y la pérdida de una plataforma educativa invaluable. La veterana presentadora, incluso, evoca la posibilidad de que la propia Reina lo viera antes de eventos oficiales, reflejando la magnitud del impacto cultural que tuvo Blue Peter. La BBC parece haber subestimado la pérdida de un programa de tanta importancia cultural y social.