Brandi Glanville: Fiesta y enfermedad, una lucha de 70 mil dólares

Entre la concurrencia, una figura inesperada: Brandi Glanville, la ex estrella de The Real Housewives of Beverly Hills, compartía risas y momentos con Erica Rose (The Bachelor) y Adriane Schwartz. Según fuentes cercanas, Brandi, de 52 años, se integró a la fiesta con entusiasmo, bailando, tomándose selfies y disfrutando de martinis hasta el final del espectáculo. Una fotografía publicada por Ibrahim la muestra incluso lamiendo su rostro.
La aparición de Glanville, sin embargo, adquiere un significado peculiar considerando su reciente y preocupante situación de salud. En días previos, la celebridad había compartido a través de Twitter un angustioso mensaje: "Tengo bultos dolorosos – uno en el área de la mandíbula, otro en el costado del cuello y otro en la parte posterior del cuello. Tengo escalofríos y un constante drenaje aceitoso de mal sabor de la cara a la boca. Es ácido y me está carcomiendo los dientes. Además, todos mis ganglios linfáticos en la cabeza y el cuello están inflamados. Los médicos de Kaiser dicen que estoy bien. ¡Ayúdenme!"
Esta publicación, que siguió a otra donde confesaba su sufrimiento y la apariencia deteriorada de su rostro ("Mi cara está peor que nunca. Literalmente se ha derretido"), destaca el contraste entre su apariencia festiva en el bar y su batalla personal contra un problema de salud que la ha llevado a gastar más de 70,000 dólares en consultas con cirujanos plásticos.
El panorama se complica aún más con las declaraciones de Terry Dubrow, cirujano plástico que en enero le realizó biopsias. Dubrow, a través de TMZ, descartó un parásito, apuntando a una reacción a un cuerpo extraño inyectado, con un tiempo estimado de recuperación de cinco años. Glanville, sin embargo, ha expresado su frustración ante este pronóstico.
A lo largo de las últimas semanas, Glanville ha recurrido a diversos tratamientos, incluyendo un dispositivo de luz roja que, según ella misma, está relacionado con la condición de su piel, y ha alternado entre momentos de aparente normalidad y el agudo sufrimiento ocasionado por su enfermedad, afectando hasta su vida social.
La historia de Brandi Glanville continúa desarrollándose, dejando una interrogante sobre la verdadera magnitud de su problema y el camino hacia su recuperación.