Esmeralda Pimentel: De Jalisco a Madrid, una estrella en ascenso

Para muchos, la capital española representa un sueño inalcanzable. Pero para la actriz jalisciense, originaria de Ciudad Guzmán, fue la puerta de entrada a un universo cinematográfico vibrante y lleno de oportunidades. Su participación en la serie "La templanza" (2021) fue un peldaño crucial, pero el verdadero salto llegó con "Un funeral de locos".

Esta comedia, un torbellino de situaciones hilarantes, la reúne con un elenco de lujo: Quim Gutiérrez, Hugo Silva, Inma Cuesta y Belén Rueda. En la película, interpreta a Ana, un personaje que ella misma describe como "muy prudente, observadora... alguien que, a pesar del rechazo inicial, se convierte en parte del caos."

La experiencia fue, según Pimentel, un "desafío profesional y humano". Trabajar con actores de la talla de Quim Gutiérrez, a quien considera "un maestro increíble con una precisión quirúrgica en la comedia," fue invaluable para su crecimiento. Incluso recuerda con cariño: "Fue muy difícil aguantar las risas durante el rodaje."

Pero la historia de Esmeralda trasciende la pantalla. Su compromiso con causas sociales es innegable. Su activismo, lejos de ser una estrategia publicitaria, forma parte integral de su ser. Ella se preocupa por temas como:

• La violencia de género.
• La protección de la infancia.

"No puedo desaprovechar el altavoz que tengo como personaje público," afirma con firmeza, consciente de los once feminicidios diarios en México y la problemática de la pornografía infantil. Su voz busca generar un cambio real.

Su admiración por el cine español es profunda, encontrando en él "una osadía que refleja las complejidades sociales con una rotundidad admirable." "La isla mínima", "As bestas" y la obra de Pedro Almodóvar son algunas de sus referencias, deseando colaborar con cineastas españoles en el futuro. Observa con interés la diferencia entre la recepción del cine en España y México, comentando: "En España, el cine cuenta con el respaldo del público. Los españoles están orgullosos de su cine y lo consumen. Aquí (en México) aún nos cuesta."

Su trayectoria, desde Ciudad Guzmán hasta las pantallas españolas, es un testimonio de cómo la pasión, el talento y la perseverancia pueden construir puentes entre culturas y dejar una huella imborrable.

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