Paulina Chávez: De México a Hollywood, brillando en Disney+

Hoy, a sus 22 años, la actriz méxico-americana regresa a México, no como una turista, sino como una estrella en ascenso de Hollywood. Su visita coincide con la promoción de Alexander y un viaje terrible, horrible, malo, muy malo, una película en la que comparte créditos con una de sus grandes ídolas: Eva Longoria. Esta colaboración no es casualidad; Longoria, también productora ejecutiva del filme, ha sido clave en el despegue de la carrera de Chávez.
Paulina, cuyo talento ha brillado en series como Landman (donde actuó junto a Billy Bob Thornton, Jon Hamm y Demi Moore), interpreta a Mia, la hija de Val (Eva Longoria), en la comedia familiar. La película, disponible en Disney+, es una celebración de la cultura latina y la identidad bicultural, algo profundamente resonante para Paulina, quien creció entre El Paso y San Antonio.
“Lo que ves en pantalla refleja lo divertido que fue filmarla. Nos divertimos muchísimo. Marvin Lemus, nuestro director, es increíble, y nos hizo sentir muy bienvenidos,” recuerda Paulina, describiendo el rodaje como una experiencia familiar llena de risas e improvisaciones.
El papel en Alexander… llegó como una mezcla de suerte y perseverancia. Admiradora del trabajo de Marvin Lemus en Gente-fied, Paulina se entregó al proceso de audición, y la oportunidad se volvió aún más especial al descubrir la participación de Eva Longoria. Para ella, la experiencia fue más allá de una simple colaboración profesional; la película representa una conexión profunda con sus raíces.
Su padre nació en El Paso y creció en Juárez, y sus ancestros provienen de Zacatecas y Durango. Esta conexión con México se refleja en la trama de la película, donde la familia emprende un viaje para conectar con sus orígenes, un tema que resuena con la propia vida de Paulina. “Texas es tan grande… Eva y yo siempre bromeamos que todo es un road trip en Texas,” comenta, recordando los largos viajes de su infancia entre diferentes ciudades.
Más allá de su carrera en actuación, Paulina integra a su vida la espiritualidad, incluyendo prácticas como el uso del "mal de ojo" como protección contra energías negativas. "Siempre traigo mi mal de ojo… estoy representando," afirma, con orgullo.
Sus roles como mujeres latinas fuertes y positivas —en The Expanding Universe of Ashley Garcia y Alexander…— no la encasillan, sino que la empoderan. Su objetivo es claro: seguir derribando barreras y allanar el camino para las nuevas generaciones de actrices latinas en Hollywood.
Su conexión con Eva Longoria, forjada desde su participación en Ashley Garcia, se consolidó durante el rodaje de Alexander…, creando una relación profesional y personal invaluable. Para Paulina, este es solo el inicio de un brillante futuro en la industria del cine.
Con la segunda temporada de Landman en camino y nuevos proyectos en puerta, Paulina Chávez no solo forma parte del futuro de Hollywood, sino que lo está moldeando a su imagen y semejanza, con talento, orgullo y una identidad inquebrantable.