Mónica Pont: Fin de su romance con Javier Moro

Una historia de amor, intensa, breve, pero cargada de emociones, ha llegado a su fin.
Hablamos de Mónica Pont, la actriz catalana que cautivó a México con su talento durante seis años, y Javier Moro, el reconocido empresario del sector vitivinícola. Su romance, que comenzó a mediados de febrero, se ha disuelto de manera inesperada.
Imágenes captadas por Europa Press el 1 de abril muestran a Mónica, con el rostro serio pero sereno, abandonando la casa de Javier Moro en la calle Goya, cargada con varias bolsas y maletas. Un coche la esperaba para trasladarla a su nuevo hogar, un apartamento en la exclusiva urbanización de Aravaca, al noroeste de Madrid.
La noticia tomó fuerza con una publicación enigmática de la propia Mónica en sus redes sociales durante un viaje a Arabia Saudí: "No hay cosa más rara, ni más bella, que una mujer siendo ella misma; sin pedir disculpas, siendo libre y feliz". Una frase que ahora cobra un significado profundo.
Este giro inesperado en su vida personal no ha detenido a Mónica. El pasado viernes reapareció radiante en el programa Fiesta de Mediaset, no para hablar de su ruptura, sino para comentar sobre un caso de robo a un millonario mexicano por una influencer española, un tema del que tiene conocimiento de primera mano gracias a sus años de residencia en el país azteca.
Durante su relación con Javier Moro, Mónica mantuvo un perfil bajo, eludiendo las preguntas sobre su vida privada. Solo unas fotos en las bodegas de Emilio Moro, junto a su hijo, Javier Sagrera, dieron indicios de su romance antes de que se confirmara públicamente. Ahora, según sus propias palabras, Mónica Pont retoma su vida, "libre".
El pasado, con sus alegrías y sus desencuentros, queda atrás. El futuro, con sus promesas y sus desafíos, se abre ante ella.