Hailey Bieber revela lucha contra quistes ováricos; preocupación por Justin Bieber

Hailey Bieber, la modelo y empresaria de 28 años, recientemente compartió en sus historias de Instagram una fotografía que dejó ver algo más que un simple "look del día." La imagen mostraba su abdomen ligeramente inflamado, revelando que nuevamente enfrenta el recurrente problema de quistes ováricos. "Si también lidias con quistes en los ovarios, ¡estoy contigo!", escribió Hailey, generando una ola de empatía entre sus seguidoras.
Esta no es la primera vez que Hailey se enfrenta a esta condición. En 2022, ya había compartido públicamente su experiencia con un quiste del tamaño de una manzana, describiendo el malestar con detalle: "Fue doloroso. Me hacía sentir adolorida, con náuseas, hinchazón, cólicos y me ponía muy sensible". Los quistes ováricos, según la Clínica Mayo, son sacos llenos de líquido que se forman en los ovarios; la mayoría son benignos, pero algunos pueden causar dolor considerable y otros síntomas.
Pero la situación no se limita a la salud de Hailey. Su esposo, Justin Bieber, ha sido objeto de creciente preocupación pública tras su aparición en Coachella. Videos difundidos en redes sociales lo muestran fumando aparentemente marihuana, bailando de forma errática y, en un momento particularmente inquietante, junto a su hermano menor, Jaxon, quien parecía intentar ser alejado de la situación por Hailey misma.
Estos hechos han alimentado rumores sobre el estado emocional y mental de Justin. Fuentes cercanas, citadas por medios como PEOPLE y The Hollywood Reporter, han expresado su inquietud por el comportamiento del cantante, aludiendo a posibles problemas personales y profesionales, incluyendo una millonaria deuda tras la cancelación de su gira "Justice Tour" en 2022. Sin embargo, su equipo de representación ha negado categóricamente cualquier afirmación sobre adicciones o inestabilidad mental, atribuyéndolo a "fuentes claramente mal informadas."
Más allá de los rumores y especulaciones, la situación de los Bieber resalta la complejidad de la vida pública y privada, y la vulnerabilidad incluso de las figuras más icónicas. El desafío para ambos, tanto a nivel personal como profesional, es evidente.