Poncho de Nigris se distancia de su madre: Explota conflicto familiar en redes

Este caso, lejos de ser una excepción, nos invita a reflexionar sobre los límites de la privacidad y el impacto de las redes sociales en las relaciones personales.
El centro de esta historia reside en Poncho de Nigris, un reconocido empresario regiomontano, quien recientemente anunció públicamente su distanciamiento de su madre, Leticia Guajardo. La decisión, según explicó en un video junto a su esposa, Marcela Mistral, se debe a la necesidad de proteger su bienestar mental y el de su familia. “Ya no me duele, ya me siento aliviado cuando no estás porque causas muchos problemas y mucho dolor, ya fue mucho dolor,” confesó un visiblemente afectado Poncho.
El conflicto se intensificó con las declaraciones de Wendy Guevara, la querida ganadora de La Casa de los Famosos México. En su podcast, “Cómplices del desmadre”, Wendy describió a Leticia Guajardo como una mujer “bien ruda… muy actualizada, pero para bufar y para hacer bullying.” Estas afirmaciones se basan en comentarios que, según Nicola Porcella, Leticia realizó en un grupo de WhatsApp, incluyendo supuestas referencias transfóbicas hacia la misma Wendy.
La respuesta de Wendy fue contundente: “No, pues los videos con las transexuales se hicieron viral, pues aguanten los chinga* porque son hombres.” Añadió una advertencia: “Sí, pero con todo respeto, aguas con caer en la boca de doña Lety.” La situación, lejos de ser un simple conflicto familiar, toca temas sensibles como la transfobia y el uso irresponsable de las redes sociales.
Poncho de Nigris, en su video, detalló el impacto de las acciones de su madre, no solo en su relación personal, sino también en la dinámica familiar. Mencionó el sufrimiento de otros miembros de la familia, incluyendo a su sobrina Andrea, quien supuestamente tuvo que abandonar su hogar. También se refirió a una situación con su amigo Konan, aunque sin revelar detalles. El empresario incluso ofreció financiar un tratamiento psicológico para su madre, pero ella se negó.
Las redes sociales, según Poncho, exacerbaron los problemas, convirtiéndose en un instrumento de manipulación familiar. Este caso pone de manifiesto la complejidad de las relaciones familiares en la era digital, donde la privacidad y el manejo de la información son cruciales para la salud mental individual y colectiva. El conflicto, aún en desarrollo, refleja la necesidad de una comunicación efectiva y la importancia de buscar ayuda profesional cuando las relaciones se deterioran.