Muere Priscilla Pointer, leyenda del cine a los 100 años

Priscilla Pointer, nombre que puede sonar familiar para algunos, falleció el pasado 28 de abril a la edad de 100 años en Ridgefield, Connecticut. La noticia, confirmada por su hijo, David K. Irving, profesor en la Universidad del Sur de California (USC) a la revista Variety, ha generado una ola de recuerdos y homenajes en las redes sociales.
Más allá de las fechas y los lugares, la historia de Priscilla trasciende la simple biografía. Nacida el 18 de mayo de 1924 en Nueva York, su formación se cimentó en el teatro, participando en clásicos como “A Streetcar Named Desire”, “The Caucasian Chalk Circle” y “Yerma”. Su trabajo con su esposo, el director Jules Irving, con quien fundó el San Francisco Actor’s Workshop junto a Herbert Blau y Beatrice Manley (posteriormente absorbido por el Vivian Beaumont Theater de Nueva York), es una muestra de su compromiso artístico y su visión colaborativa. Su unión con Jules duró hasta su muerte en 1979, para luego casarse con Robert Symonds hasta el 2007.
Su relación con su hija, la también actriz Amy Irving, es un capítulo aparte. No solo fueron madre e hija en la vida real, sino que compartieron escena en al menos seis películas, incluyendo la icónica “Carrie” (1976). Una anécdota relatada por Amy en Glide Magazine sobre el rodaje de “Honeysuckle Rose”, donde la invitaron a participar junto a su madre tras el fallecimiento de su padre, ilustra la profunda conexión familiar que compartían: “Me ofrecieron ‘Honeysuckle Rose’ en el funeral de mi padre y no quería ir… y fue entonces cuando me dijeron: ‘¡Pues tráela y podrá interpretar a la esposa de Slim Pickens!’”
La filmografía de Priscilla Pointer es un recorrido por el cine y la televisión estadounidense, con participaciones en películas como “Blue Velvet”, “Traffic” y “The Fury”, además de series como “ER”, “Judging Amy” y “Dallas”. Su talento le permitió interpretar a madres de personajes icónicos, como las de Diane Keaton en “Looking for Mr. Goodbar” y Sean Penn en “The Falcon and the Snowman”. Incluso actuó en tres películas dirigidas por su propio hijo, David Irving.
La familia ha informado que falleció pacíficamente mientras dormía, dejando tras de sí un legado que se extiende más allá de la pantalla, un legado tejido con talento, pasión y una historia familiar profundamente entrelazada con el mundo del espectáculo.