Héctor Suárez Gomís: Experiencia cercana a la muerte

Hablamos de esos momentos que trascienden la realidad cotidiana, que nos obligan a replantear lo que creíamos saber.
Héctor Suárez Gomís, el reconocido actor mexicano, recientemente compartió una historia que ha cautivado a muchos. No se trata de un nuevo personaje, ni de una película, sino de un acontecimiento personal, un viaje al límite entre la vida y la muerte, que tuvo lugar tras sufrir una fibrilación auricular, una arritmia cardíaca que elevó sus pulsaciones a 221 latidos por minuto. “Cuando va tan rápido, ya no late, vibra. Entonces, como no está latiendo, no te oxigena bien la sangre al cerebro… Se salvan 5 de cada 100,” explicó.
El incidente ocurrió en una pequeña sala de urgencias. En medio del caos y la urgencia médica, Suárez Gomís experimentó una desconexión de su cuerpo físico. “Me desprendí de mi cuerpo,” afirmó, describiendo una sensación de flotar, de observar su entorno desde una perspectiva completamente nueva.
Su relato continúa con una descripción vívida de lo que sucedió después: un “halo de luz”, una sensación de paz absoluta, y posteriormente, un “túnel”, elementos recurrentes en las experiencias cercanas a la muerte. Observó “trillones de luces unidas” que, según su interpretación, representaban a los seres vivos del planeta. En este viaje, la conciencia permaneció intacta, un detalle fundamental en su experiencia.
La presencia de un anciano misterioso, de baja estatura, calvo y con intensos ojos azules, fue un elemento clave. Este personaje, sin pronunciar palabra, se comunicó con Gomís telepáticamente, transmitiéndole una serenidad profunda. “Tranquilo, no venimos por ti, estamos aquí para cuidar a todos. Tu experiencia como Héctor todavía no termina,” fue el mensaje que recibió.
El regreso al cuerpo físico se describió como un “choque eléctrico”, el momento en el que volvió a la realidad, a la sala de urgencias, donde observó a siete personas, incluyendo al anciano que le había ofrecido consuelo.
La revelación final involucra a su padre, el legendario Héctor Suárez, quien no sólo creyó la narración de su hijo, sino que añadió un detalle sorprendente: una experiencia similar en su propia juventud, con la aparición de un anciano con características muy similares. Esta coincidencia familiar añade una capa de misterio y profundidad a la ya extraordinaria historia de Héctor Suárez Gomís.
El relato, en su esencia, deja abierta la puerta a la reflexión sobre la vida, la muerte y la conexión entre las personas, más allá de lo tangible.