Erika Buenfil y su hijo Nicolás: Una noche de estreno y emociones a flor de piel

El foco de atención, sin embargo, no se centró únicamente en la trama o el elenco. Erika Buenfil, la protagonista, llegó acompañada de una figura inesperada pero sumamente significativa: su hijo, Nicolás Buenfil. La presencia del joven de 20 años eclipsó, incluso, el brillo de las cámaras y los flashes.
Nicolás, lejos de mostrarse incómodo ante la atención mediática, respondió con naturalidad a las preguntas de la prensa. Sobre el trabajo de su madre, comentó con una sonrisa: "Me sorprendió muchísimo. Ha hecho de todo: canciones, le gustan los jóvenes de ahora, ¡el colágeno le encanta!" Sus palabras reflejaban el cariño y admiración que siente por Erika.
Pero la noche no sólo fue un homenaje al talento de la actriz. Se convirtió también en una ventana a la vida personal de Buenfil y su hijo. Nicolás, quien reveló estar enfocado en sus estudios de Mercadotecnia y en la creación de contenido para redes sociales, habló sobre su relación con su padre, Ernesto Zedillo Jr., con una honestidad que sorprendió: "No me ha hablado, no tengo idea, la relación está...", dijo, dejando la frase inconclusa, pero dejando entrever la complejidad de la situación familiar.
Erika, por su parte, aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre su trayectoria y los retos de la maternidad: "Yo creo que como mamá luchas con uñas y dientes para sacar adelante a tu familia y, en este caso, era no nada más sacar adelante a mi familia, sino a mí misma", recordó sobre los primeros años de Nicolás. Su relato, cargado de emoción, resonó con la experiencia de muchas madres mexicanas.
En cuanto a sus planes para el Día de las Madres, Erika comentó: "Me voy a celebrar yo. Afortunadamente he tenido mucho trabajo, mañana arranco la telenovela de Rosy Ocampo... el 10 de mayo me la voy a pasar acostada en mi cama y el domingo saldré a comer, pero el domingo sí pienso quedarme en casa para tomar aire y energía". Una celebración tranquila y merecida para una mujer que ha sabido reinventarse una y otra vez.
La velada dejó claro que la relación entre Erika y Nicolás es sólida y cercana, un lazo familiar que se proyecta más allá de los focos y el glamour de la alfombra roja. La noche fue un espectáculo más allá del cine, una muestra de amor familiar en un momento público.