Nashla Aguilar y Sebastián Sariñana posponen su boda: Prioridades profesionales

Hablando de equilibrio, la historia de Nashla Aguilar, la actriz que nos cautivó en telenovelas como "Atrévete a soñar" y "Parientes a la fuerza", y su prometido, el cineasta Sebastián Sariñana, da un giro interesante. La pareja, que anunció su compromiso a finales de 2023 en el programa "Hoy", ha decidido realizar un ajuste en sus planes nupciales.
Aunque los rumores de problemas en la relación comenzaron a circular, la realidad es bastante diferente. Según fuentes cercanas a la pareja, la decisión de pausar los preparativos de la boda no se debe a conflictos sentimentales, sino a una repriorización de sus proyectos profesionales. “Ahora sí que ya me adelanté y ya me fui a vivir con él. La neta es que sí queremos casarnos; sin embargo, no hay prisa,” confesó Nashla en una entrevista reciente.
Su mudanza, inicialmente imprevista, se debió a cuestiones prácticas: “Fue practicidad. Yo vivía bastante lejos y mejor me fui a su casa, que es más céntrica.” Esta decisión, que contrasta con sus planes iniciales, refleja la flexibilidad que la pareja ha adoptado frente a las circunstancias.
La intensa agenda de Sebastián, hermano de la reconocida cantante Ximena Sariñana, es el principal factor que ha influenciado este cambio de planes. “La boda ahorita está pausada. No estamos checando nada, sino más bien temas de proyectos. A él le va mejor que a mí en el trabajo… Él ha tenido mucho más trabajo que yo. Bastantes proyectos que ya hizo y que hará. Entonces le damos prioridad a eso, para que quede bien la boda y haya con qué,” explicó Nashla, aclarando cualquier especulación sobre su situación económica.
La pareja, lejos de mostrarse desanimada, ha decidido posponer la celebración para el 2026. Se plantean una fiesta más íntima, “algo chido. No tirar la casa por la ventana, pero una fiesta padre. Yo no quiero estar endeudada o pagarla 3 años después.”
Mientras tanto, Nashla disfruta de su convivencia con Sebastián y ha forjado una buena relación con su cuñada, Ximena. “Es muy linda conmigo. Es una tipaza. Sí hay acercamiento y nos hablamos de vez en cuando. Hacemos ejercicio juntas,” compartió Nashla sobre su relación con Ximena. Su experiencia refleja una realidad cada vez más común: el equilibrio entre la vida profesional y personal, adaptándose a los cambios inesperados que la vida presenta.