Charlene de Mónaco deslumbra en Montecarlo con Louis Vuitton

Desde impactantes vestidos hasta joyas deslumbrantes, cada detalle cuenta en la creación de un momento inolvidable, un instante que trasciende la simple asistencia a una gala.
Esta vez, el foco se centra en Charlene de Mónaco, quien acaparó todas las miradas en la clausura del Festival de Televisión de Montecarlo. Acompañada de su esposo, el príncipe Alberto, la princesa se convirtió en la indiscutible protagonista de la noche, compartiendo escenario con figuras como la aclamada actriz y directora, Robin Wright, galardonada con el Premio Cristal Nymph.
El look de Charlene fue, sin duda, el tema de conversación. Para esta importante cita, eligió un impresionante vestido azul celeste, una creación exclusiva de Louis Vuitton, firma fetiche de la princesa junto a Akris. El diseño, obra del director creativo Nicolás Ghesquière, presentaba un dramático escote halter con un cuello drapeado y dos bandas que abrazaban sus brazos a la altura de los codos. Una silueta que, con delicadeza, seguía las curvas de su figura.
Pero el vestido no fue el único elemento que destacó. Charlene lució unos nuevos y espectaculares pendientes de diamantes en forma de abanico, pertenecientes a la prestigiosa casa de Alta Joyería Tabbah, fundada en Beirut. Estos deslumbrantes accesorios contrastaban a la perfección con el elegante calzado que eligió: unas sandalias plateadas Chaos 105 de Manolo Blahnik, un par que la princesa ya había lucido con anterioridad, desde el 12 de septiembre de 2015, según registros de su estilo.
Detalles como estos, la elección de la firma, la historia detrás de las joyas, e incluso la fecha de adquisición de sus zapatos, demuestran la cuidadosa selección y la atención al detalle que caracteriza la imagen pública de Charlene de Mónaco, transformando cada aparición en un evento memorable.