Rachel Zegler en 'Evita': innovación teatral causa furor en Londres

En el centro de la atención se encuentra Rachel Zegler, la estrella de "Blancanieves", quien interpreta a Eva Perón en la nueva producción de Evita en el London Palladium. Pero no es la actuación en sí misma lo que ha acaparado titulares, sino una decisión audaz del director Jamie Lloyd que ha redefinido la experiencia teatral para algunos.
A mitad de la obra, Zegler sale al balcón exterior del teatro y canta, para quienes pasan por la calle, "Don't Cry for Me, Argentina". Simultáneamente, la actuación se proyecta en video para el público dentro del teatro. Esta estrategia, según el compositor Andrew Lloyd Webber, crea "un momento extraordinario". Él mismo comentó a la Associated Press que la escena genera un impacto visual increíble al mostrar a Zegler con una multitud genuina y entusiasta, algo imposible de recrear en el escenario.
Esta decisión no ha estado exenta de críticas. El costo de las entradas, que alcanzan las 245 libras (aproximadamente $330 USD), ha generado malestar entre algunos asistentes que pagaron una considerable suma para presenciar la icónica canción fuera del teatro. Un bloguero teatral, Carl Woodward, señaló a la BBC que algunos espectadores se sienten "un poco agraviados", especialmente considerando que para muchos, una salida al teatro es un evento anual.
Sin embargo, Lloyd Webber defiende la decisión, citando un artículo de opinión en The Times que sugiere que el gesto es "algo que Eva Perón hubiera querido: que la gente experimentara su gran himno, por así decirlo, de forma gratuita". La escena se ha vuelto viral, atrayendo a cientos de personas a las afueras del histórico recinto para disfrutar de la serenata gratuita de la aclamada actriz. La innovación de Lloyd, similar a otras de sus obras como "Sunset Boulevard" y "Romeo y Julieta", plantea una cuestión interesante: ¿Hasta dónde puede llegar la reinvención de la experiencia teatral tradicional?
Las redes sociales se han convertido en el campo de batalla de este debate, con opiniones divididas entre quienes celebran la audacia creativa y quienes consideran que se desmerece la experiencia de quienes pagaron por un boleto.